El presidente brasileño, Luiz
Inácio Lula
da Silva, dijo hoy ante la Cepal que la crisis financiera que sufren
los países más ricos es "una lápida para los fundamentalistas del
mercado", que antes "imponían" sus ideas en América Latina.
Lula
intervino en la clausura del 33 período de sesiones de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que se
celebró desde el pasado domingo en Brasilia, y valoró la forma en
que la región se ha distanciado de "consensos" y "pensamientos
únicos" para buscar sus propios caminos para el desarrollo.
"Se
han dado pasos importantes para superar el estigma de la
desigualdad que todavía nos marca" y se ha comenzado a "recuperar la
confianza y la autoestima después de décadas perdidas", sostuvo.
Lula
afirmó que el atraso en que se sumió la región durante
décadas fue responsabilidad de "autoritarismos", en alusión a los
regímenes militares que gobernaron en muchos países, y de "la
subordinación de muchos jefes de Estado, que pensaban que todo lo
que venía de Europa y Estados Unidos era bueno".
Según Lula, ese
panorama cambió en los últimos años, cuando en
América Latina y el Caribe hubo "una reacción" y las sociedades
"tomaron conciencia de su fuerza y también de la necesidad de tener
y dirigir sus propios procesos".