La Catedral de Talca estaba llena. El féretro de Manuel Arturo Fernández Godoy, histórico presidente de Productos Fernández, avanzó por el pasillo central escoltado por sus familiares más cercanos. Afuera esperaban empresarios, senadores, diputados y altos ejecutivos de la conocida compañía de cecinas. Era la tarde del lunes 28 de julio. Y era el último adiós a uno de los empresarios más influyentes del Maule.
Tras la misa, la carroza fúnebre partió rumbo al cementerio Parque Las Rosas. En el trayecto, hizo una detención simbólica frente a la primera planta de PF, ubicada en la calle 11 Oriente, donde hoy funcionan las oficinas centrales de la empresa. Ahí, los operarios -algunos con delantal blanco, otros con uniforme de bodega- se alinearon a un costado del camino. Aplaudieron en medio del silencio.
En menos de cinco meses, la familia Fernández Godoy perdió a dos de sus figuras centrales. El 11 de marzo murió Claudio Fernández Godoy, médico y quien fue durante tres décadas director de PFalimentos -el holding que agrupa a las marcas PF, La Receta del Abuelo, Mister Veggie, Listo y Lácteos Frutillar-, además de ser un prolífico escritor bajo el seudónimo Kaludio de la Txanza. La semana pasada falleció su hermano mayor, Manuel, a los 89. Él estuvo siete décadas ligado a la empresa, presidió su directorio durante los últimos 30 años, y es considerado el principal responsable del crecimiento de la compañía, que hoy tiene más de 3.700 colaboradores y presencia de Arica a Magallanes con sus terminales de distribución.
Con estas dos muertes, se marca un punto de inflexión en la historia de una de las principales productoras de cecinas del país. Controlada por la familia Fernández -de perfil reservado y sin apariciones públicas-, la firma ya venía preparando el recambio con una serie de traspasos patrimoniales y ajustes internos orientados a ordenar la sucesión. Todo, desde Talca, donde mantienen su centro operativo.
Historia en 4 actos
Hay cuatro fechas clave para entender la historia de PFalimentos. La primera es 1903, cuando Manuel Fernández Álvarez, inmigrante español, fundó una pequeña fábrica de cecinas en Molina, región del Maule. Lo distintivo del negocio fueron las recetas que trajo desde Ponferrada del Bierzo, una zona de Castilla y León, en España. Dos años después, se trasladó a Talca, donde hoy operan sus oficinas centrales, seis plantas productivas y su centro de distribución.
Cuatro décadas después llegó la segunda fecha clave: la firma se consolidó y Productos Fernández adoptó la figura de sociedad anónima cerrada, estructura que mantiene hasta hoy. Fue el inicio formal del grupo empresarial, que comenzó a crecer en volumen y diversificar sus productos. El proceso fue liderado por Manuel Segundo Fernández, hijo del fundador y padre de Manuel Fernández Godoy. En esos años se levantó la primera planta de producción: la misma que hoy fabrica embutidos, supera los 18 mil metros cuadrados y desde donde, el lunes pasado, despidieron al histórico presidente.
La tercera fecha clave ocurre en los años ‘70, cuando PF se convierte en el principal auspiciador de Rangers de Talca, el club de fútbol profesional de la ciudad. Desde entonces, la relación entre la compañía y el equipo ha sido estrecha. Manuel Fernández Godoy incluso llegó a defender los colores rojinegros, y algunos miembros de la familia han ocupado cargos directivos en el club.
Hoy el club mantiene el récord mundial por el patrocinio central más duradero en la historia del fútbol profesional. De hecho, tras el anuncio oficial del fallecimiento de su hijo, varios hinchas comentaron la publicación de Rangers en redes sociales con una misma preocupación: “Ojalá que la familia no quite la tradición de auspiciar a Rangers”.
La última fecha clave llega en la década de los ‘90, cuando Manuel Fernández Godoy asume la presidencia del directorio. Fue en esos años -coinciden distintos consultados- cuando la compañía dejó atrás su enfoque en cecinas y adoptó una estrategia de diversificación. Así nació PFalimentos, un holding con nuevas líneas: comida preparada, productos vegetales, lácteos y platos listos.
Fernández Miranda, la sucesión
La familia Fernández que controla PF es reducida, y como tal, también lo son sus alternativas de sucesión.
Según comentan personas de la emrpesa, Manuel Segundo Fernández Álvarez tuvo cuatro hijos: Manuel, Margarita, Claudio y Jorge Fernández Godoy. Cada uno tuvo descendencia, y todas las ramas tienen una relevante participación en la compañía mediante distintas sociedades de inversión.
Manuel Fernández Godoy y su señora, Elfridia García -fallecida en 2022-, tuvieron un solo hijo: Jaime Fernández García, quien murió en 2001, a los 42 años. Jaime, a su vez, tuvo tres hijos: Esperanza, Francisca y Tomás Fernández Miranda. Son ellos los únicos herederos directos de Manuel Fernández, quien mediante distintas sociedades mantenía casi la mitad de las acciones de la empresa.
El traspaso patrimonial en esta rama comenzó hace ya varios años. En enero de 2025, Manuel Fernández Godoy gestionó una donación en efectivo de $ 1.350 millones para cada uno de sus nietos. Antes de eso, ya habían recibido terrenos, propiedades, derechos de aprovechamiento de agua, instrumentos financieros y otros activos tras la muerte de su abuela Elfridia, quien los nombró -junto a su marido- como herederos universales.
Una serie de abogados y ejecutivos han asesorado a la familia en la redacción de testamentos y la reorganización patrimonial. El más influyente es Enrique Baltierra O’Kuinghttons, socio del estudio talquino Baltierra y Cía, especialista en derecho civil, administrativo y comercial. Fue designado como partidor de la herencia de Elfridia García y también se ha hecho cargo de los distintos trámites de sucesión de Manuel Fernández. Además, Enrique Baltierra ejerce como gerente legal corporativo de PFalimentos.
Respecto al albacea de Elfridia, fue nombrado Ramiro González, actual gerente de relaciones con inversionistas de PF, cargo que en la práctica implica coordinar directamente con los dueños: la familia Fernández.
Sus nietos no sólo heredaron parte del patrimonio. También el vínculo con la empresa. La más visible en ese mundo es Esperanza Fernández, diseñadora gráfica y nieta mayor de Manuel Fernández, quien fue una de las familiares que cargó su féretro durante el funeral. Es, además, la única de los tres hermanos Fernández Miranda que ocupa un sillón en el directorio. Está casada con Sergio Barrientos Cruz, quien hasta 2022 se desempeñó como gerente comercial corporativo y que esta semana fue incorporado formalmente a la mesa de PFalimentos. Con su llegada, la rama de los Fernández Miranda -la misma que representa la línea directa del fallecido presidente- mantiene dos de los cinco asientos del directorio.
Los hermanos de Esperanza están más alejados del día a día de PF. Tomás, el menor, estudió administración de empresas y programación, trabajó brevemente en la compañía y luego fue socio de Bengalí Studio, firma que trajo a Chile la franquicia de Bungee Workout, una disciplina de entrenamiento en suspensión con arnés. Hoy sigue vinculado al mundo deportivo: este año impulsó “Todos Contra Todos”, el primer reality de competencia física en Chile. Su cuenta de Instagram, @freeforall, supera los 154 mil seguidores.
El presidente
Productos Fernández, según su último reporte de sostenibilidad, concentra -en términos estimados- el 32% del mercado y en 2024 registró un alza de 2,3% en sus ventas, lejos del crecimiento de 7,9% alcanzado el año anterior. Además, la compañía administra una red logística que mueve más de 12 millones de kilos de alimentos al mes y abastece diariamente entre cinco y siete millones de personas en todo el país. Sus activos totales ascienden a $ 426.995 millones, y su principal competidor es CIAL Alimentos, ligado a la familia Kassis, que maneja marcas como San Jorge, La Preferida y Winter.
A lo largo de los años, PF ha registrado distintos movimientos internos en su estructura accionaria. Sin embargo, el control permanece en manos de la familia Fernández, que mantiene una participación prácticamente total en la propiedad. Ese peso accionario también se refleja en el directorio, compuesto en su totalidad por miembros del clan familiar.
Esta semana, tras la muerte de Manuel Fernández Godoy, la mesa sumó un nuevo integrante y abrió una etapa distinta en la gobernanza de la compañía. Hoy la mesa está compuesta por cinco miembros del grupo familiar: Esperanza Fernández Miranda; su marido, Sergio Barrientos Cruz; María Carolina Chacón Fernández, hija de Margarita Fernández Godoy y casada con Max Besser Jirkal, actual gerente general de PF; Manuel Fernández Vargas, hijo de Jorge Fernández Godoy; y el nuevo presidente del directorio, Claudio Fernández Urcelay, hijo de Claudio Fernández Godoy.
Este último tiene más de 20 años en la compañía y más de 12 como director. Médico veterinario de formación, ha trabajado como consultor en la industria alimentaria y es socio fundador de 360GMS Group, una firma dedicada al desarrollo de capital humano en empresas.
Su nombramiento, este jueves, marca también la consolidación de la rama Fernández Urcelay dentro de la estructura de gobernanza de PFalimentos. Esa familia, compuesta además por sus hermanos -el abogado Juan Manuel Fernández y el periodista José Luis Fernández-, participa en la compañía a través de la sociedad Inversiones Quebrada de Agua S.A.
Según el testamento de Claudio Fernández Godoy, al que accedió DF MAS, los beneficiarios de su patrimonio fueron sus tres hijos, su señora, nueve nietos y más de 14 personas e instituciones, entre ellos amigos cercanos y organizaciones como la Congregación de Hermanas del Buen Samaritano. El albacea es Alberto Espinosa y el partidor de la herencia es Arturo Costabal, socio de ACU Abogados. La posesión efectiva comenzó a inicios de junio.
Los millones de Fernández & Cía
Según el reporte de sostenibilidad de 2023, en Productos Fernández participan varias sociedades de inversión vinculadas al grupo familiar. Entre ellas están Inversiones Travesía SpA, Picaflor SpA, Inversiones Quebrada de Agua, Inversiones Scamp, Inversiones Portevedra y Sociedad de Inversiones Fernández y Urcelay.
De acuerdo con un documento reciente al que accedió DF MAS, Inversiones Travesía controla el 30,6% de Productos Fernández, mientras que Picaflor SpA posee el 11%. Ambas sociedades pertenecen a Inversiones El Labrador SpA, cuya propiedad estaba en manos de Manuel Fernández Godoy. En otras palabras, esta última entidad concentra, de forma indirecta, el 41,65% de Productos Fernández S.A.
Respecto al patrimonio de estas entidades, un informe reciente elaborado por Francisco Mora Rojas -contador del grupo- entrega algunas luces. Inversiones Travesía registra un patrimonio total de $105.779 millones, mientras que Picaflor SpA alcanza los $ 26.000 millones. Inversiones El Labrador SpA, una de las sociedades matrices, posee $ 115.000 millones. En paralelo, Manuel Fernández Godoy, como persona natural, mantenía un patrimonio de $ 35.951 millones al 31 de diciembre de 2024. En total, sólo por esta rama, el patrimonio supera los $ 280.000 millones.
Consultada la empresa, no quisieron participar de este reportaje.
Lo que viene
PFalimentos lleva casi dos años ejecutando una ambiciosa estrategia de expansión. En el año 2023 anunció una inversión de US$ 200 millones para continuar diversificando su portafolio, con foco en nuevos productos como sándwiches y el fortalecimiento de su negocio de pizzas. Este último ya es uno de los ejes centrales: la compañía es el mayor productor industrial de pizzas del país y busca duplicar su capacidad instalada.
Esta diversificación, explican cercanos al proceso, fue clave para cerrar 2024 con números azules, pese al bajo dinamismo del consumo a lo largo de toda la industria de alimentos. Aun así, los pilares del negocio siguen siendo los mismos: cecinas, platos preparados y productos elaborados como hamburguesas y croquetas. A eso se suma una ofensiva tecnológica que incluye automatización de procesos e incorporación de inteligencia artificial.
Durante décadas, el mercado se preguntó qué ocurriría cuando los hermanos Fernández Godoy dejaran la primera línea del negocio. Ahora esa etapa comenzó. Y aunque el apellido sigue presente en el directorio y en las estructuras societarias, la pregunta ahora es si querrán mantenerse como están o evaluar fórmulas que impliquen abrir la propiedad o sumar nuevos socios. Por ahora, eso no está en los planes. “Todo queda en familia”, dice uno de los consultados.