El Nobel de
Economía Paul Krugman asegura que, si España fuera un Estado norteamericano en
vez de un país europeo, su situación económica no hubiera sido "tan
mala", y culpa de los problemas por los que atraviesa Europa a "la
arrogante creencia" de que el continente podría trabajar con una moneda
única.
En un
artículo publicado en el blog del economista en el diario 'The New York Times'
titulado 'The Making of a Euromess', Krugman establece similitudes entre la
situación de Florida y España y cree que, si el país fuera un Estado
norteamericano, los costos y los precios no se habrían disparado tanto.
"Florida, que entre otras cosas fue capaz de atraer libremente
trabajadores de otros estados y mantener los costos laborales bajos, nunca
padeció nada parecido a la inflación española. España hubiera recibido más
apoyo automático en la crisis", explica.
En este
sentido, recalca que España, antes de la crisis, aparecía como un modelo
fiscal, con una deuda por debajo del 43% del PIB en 2007, comparada con el 66%
de Alemania, una regulación bancaria ejemplar y superávits presupuestarios.
"Pero con sus buenas temperaturas y sus playas, España era la Florida de Europa, y como
Florida, experimentó un gran 'boom' inmobiliario", añade.
Euro
Para
Krugman, "la inflexibilidad del euro, y no el déficit, es el causante de
la crisis" y, aunque reconoce que algunos gobiernos fueron
"irresponsables", cree que el problema fundamental fue "la
arrogante creencia" de que Europa podría trabajar con una moneda única, a
pesar de que existían "fuertes razones" para creer que no estaba
preparada.
"La
verdadera historia del 'eurodesastre' no radica en el libertinaje de los
políticos, sino en la arrogancia de las élites, especialmente las élites
políticas que empujaron a Europa a adoptar la moneda única antes de que el
continente estuviera preparado para este experimento", asevera.