Producción agrícola debe crecer un 60% hasta 2050 para cubrir la demanda
Según la FAO, en el mundo existen unas 1.000 millones de personas que sufren de hambre.
- T+
- T-
La producción agrícola debe incrementarse en un 60% en los próximos 40 años para satisfacer la creciente demanda de alimentos a nivel mundial, conteniendo los precios de los alimentos y reduciendo la inseguridad alimentaria, pero para lograrlo hay que avanzar hacia un sistema productivo más sostenible.
Esta es una de las conclusiones contenidas en el informe "Perspectivas agrícolas 2012-2021", elaborado de forma conjunta por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que fue presentado hoy en Roma.
El informe señala que pese a que los precios de los alimentos han caído significativamente desde su peak registrado en 2008, se prevé que estos se mantengan en una media más elevada que a principios del milenio debido a una demanda creciente y a una desaceleración de la producción mundial.
Durante la presentación de estos datos, el director general de la FAO, el brasileño Jose Graziano da Silva, destacó que "la seguridad alimentaria sigue siendo una de las mayores preocupaciones y lo seguirá siendo en los próximos decenios".
Así, Graziano da Silva reflexionó sobre la incidencia que tiene el incremento del precio de los alimentos sobre los individuos que viven en situaciones de pobreza y recalcó que "es necesario duplicar los esfuerzos" para reducir el número de hambrientos, que actualmente se sitúa en torno a los mil millones.
Según las previsiones incluidas en el informe, el crecimiento de la producción agrícola pasará del 2% anual que ha registrado en las últimas décadas a un 1,7% en los próximos diez años.
Las regiones donde se han registrado los mayores aumentos de producción son la de América Latina y el Caribe y la de África subsahariana, que es donde actualmente se encuentra el mayor potencial agrícola, según destacó Graziano da Silva.
El informe señala, además, que se espera tan solo un aumento del 5% de la tierra cultivable en los próximo 40 años, por lo que se deberá hacer frente a las nuevas necesidades con un aumento de la productividad, que podría lograrse, entre otras formas, reduciendo las brechas productivas en los países en desarrollo.
Con este objetivo, el secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, destacó la necesidad de reasignar los recursos existentes como algunas subvenciones y destinarlos a la creación de infraestructuras y relanzar la productividad.
El máximo responsable de la OCDE comentó además que se ha de trabajar para cambiar la concepción que existe de la agricultura y fomentar la idea de que es una oportunidad de negocio y un ámbito en el que invertir.
En esta línea, el informe reconoce al sector privado un papel fundamental en el desarrollo de la agricultura del futuro e insiste en la necesidad de que los gobiernos fomenten mejores prácticas agrícolas y creen el entorno comercial, técnico y regulador adecuado, y fomenten los sistemas de innovación agrícola, sin olvidar las necesidades e de los pequeños agricultores.
Destaca, además, la importancia de "mejorar el uso sostenible de la tierra, el agua, los ecosistemas marinos, las reservas pesqueras, los bosques y la biodiversidad" y recuerda que cerca del 25% de toda la tierra agrícola se encuentra "altamente degradada".
Por su parte, el secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, manifestó que "el aumento de la productividad, el crecimiento verde y unos mercados más abiertos serán esenciales para poder atender las necesidades alimentarias y nutricionales de las generaciones futuras".
Gurría se refirió además a otro de los principales puntos de acción sugeridos por el informe sobre la necesidad de aplicar medidas para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos a fin de poder hacer frente a la creciente demanda.
El secretario general de la OCDE destacó que actualmente se malgasta un tercio de la producción agrícola y abogó por trabajar para "rescatar" parte de esa producción y que pueda llegar al mercado.
"Podemos alimentar a 9.000 millones de personas en 2050 pero nos tenemos que organizar", aseveró.