La reforma al sistema de pensiones anunciada por el gobierno hace dos semanas dejó más interrogantes que certezas, tanto en las AFP como en los cotizantes, a nivel político y también en el mercado.
Y es que el camino para generar una ley recién está partiendo y puede ser largo, debido a que el gobierno busca generar consenso entre todos los actores involucrados. Sin embargo, tras la noticia los agentes comenzaron a debatir respecto de cuáles podrían ser los efectos de los anuncios en el mercado, tomando en cuenta que las AFP son las mayores administradoras de activos financieros a nivel local.
A juicio de los expertos, las modificaciones propuestas por el Ejecutivo tendrán un impacto en todos los activos: monedas, renta fija e incluso acciones, pero la magnitud del efecto es difícil de cuantificar.
En su último informe, BBVA Research dimensionó el impacto en los instrumentos donde las AFP son determinantes: la renta fija local, tomando en cuenta que 25% del total de los fondos -unos US$ 42.210 millones- están invertidos en instrumentos del Banco Central y Tesorería. En una primera aproximación, el departamento de Estudios postuló que los cambios al sistema de pensiones tendrán un efecto a la baja en la tasa soberana local a 10 años plazo, restando desde 8 hasta 25 puntos base (pb), lo que definió como un impacto “acotado pero significativo”, en un contexto de tasas que aún se mantiene en niveles históricamente bajos.
Para llegar a esa conclusión, la entidad incluyó en su modelo base la variable de porcentaje de activos del fondo E -que invierte más de 95% en renta fija- sobre los activos de los fondos totales de las AFP y consideró dos de las modificaciones propuestas: el aumento del tope imponible y el alza de 5 puntos en las cotizaciones obligatorias.
Más dinero a renta fija
En el caso del aumento en la renta imponible -de UF 74,3 a UF 111,45-, BBVA Research estima que tendrá un impacto máximo entre -1 pb y -3 pb sobre la tasa de interés a 10 años plazo, es decir, efectos “muy acotados”. De acuerdo a sus cálculos, el monto máximo que se adicionaría al sistema sería de US$ 750 millones anuales, aunque esa cifra considera que la tasa de cotización se queda en 10%. Si aumenta a 15% como es la intención del gobierno, el monto sube a US$ 1.130 millones.
“Si asumimos que todos los recursos extra se invierten en renta fija local, el efecto llegaría a -3pb”, asegura el reporte.
El cambio que BBVA espera tenga el mayor impacto es el aumento de 5 puntos en las cotizaciones. Según sus cálculos, el alza implicará cerca de US$ 5.000 millones adicionales para el sistema, “lo que tendría un impacto máximo de entre -7 pb y -22 pb sobre la tasa a 10 años”, asumiendo que la totalidad de los recursos se destinará a cuentas de capitalización individual o a un fondo del estado regido por una política de inversión similar a las de las AFP.
Por lo tanto, si se mantiene el portafolio, la entidad indica que se destinarían unos US$ 1.500 millones a instrumentos de renta fija, lo que haría caer en 7 pb las tasas largas, mientras que si se destina el total el impacto sería de -22pb.
Aunque sin números, el ejercicio de BBVA también considera el impacto de los cambios respecto de las comisiones, ya que podrían afectar la estrategia del portafolio de las administradoras intensificando la tenencia de renta fija, especialmente del mercado local.
“Habría menos incentivos para tomar posiciones en activos riesgosos y también para enfrentar el riesgo cambiario, lo que podría generar presiones adicionales a la baja en la tasa local, pero que por ahora son difíciles de dimensionar hasta no conocer el detalle de las propuestas”, concluyó.
"Sorpresas" en la TPM también generarían caídas
Eventuales movimientos en la tasa de política monetaria (TPM) es otro factor que podría tener un efecto a la baja en las tasas locales de largo plazo. Según BBVA Research, un recorte de 25 puntos base (pb) anticipado por el mercado, tendría un efecto de 2 pb al momento de su concreción en la tasa nominal de largo plazo, pero de ser sorpresivo, su impacto alcanzaría los 23 pb.
Y el mercado no espera movimientos por lo menos para este año, ya que según la Encuesta de Expectativas Económicas de agosto, los agentes proyectan que la tasa se mantendrá estable en 3,5% por lo menos hasta julio de 2017.
"Una paulatina internalización de eventuales recortes futuros sería consistente con reducciones en la tasa larga entre ambos valores", puntualiza la entidad.
Asimismo, el departamento de Estudios asegura que, contrario a lo que ha manifestado el Banco Central, la TPM no ha sido el principal factor detrás de los bajos niveles observados en las tasas de interés locales en los últimos dos años y postula que el fenómeno más bien responde a las bajas en las tasas externas y el ajuste en las expectativas de crecimiento interno.
"La reducción de 5% a 3,5% en la TPM habría generado un traspaso de solo 12 pb a la tasa larga nominal", indica, detallando que entre septiembre de 2013 y julio de 2016, las menores tasas externas restaron 81 pb y el ajuste a la baja en las expectativas de crecimiento del PIB lo hicieron en 105 pb.