Desde que se realiza el Índice Global de Pensiones -elaborado por la consultora Mercer y el Centro de Estudios Financieros de Australia-, Chile ha mostrado una evolución favorable en el ranking (ver tabla).
Sin embargo, el actual descontento social y las pocas probabilidades de que se introduzcan cambios en el corto o mediano plazo, podrían cambiar el escenario.
“Nuestro país no ha implementado reformas sustanciales al sistema, lo que en años anteriores no ha significado bajas en el ranking, pero ambos factores pueden influir en el desempeño de Chile a nivel global”, afirma Loreto Barril, líder de Retiro de Mercer Chile.
De concretarse la caída, comenta que esto se traduce en la necesidad de realizar cambios de fondo, ya que el sistema actual no está en línea con las necesidades de la población.
Los cambios sugeridos
Desde los inicios del estudio -en 2009-, la consultora ha recomendado elevar el nivel de las contribuciones obligatorias, para mejorar la tasa de reemplazo neta, aumentar el nivel de ahorro en los hogares, incrementar la edad de jubilación para hombres y mujeres, y continuar revisando las pensiones mínimas que reciben las personas de menores recursos.
En esa línea, la experta comenta que “las modificaciones por sí solas, no tendrán el impacto esperado si no van acompañadas de información y comunicación oportuna. La mayor expectativa de vida necesita que como sociedad tomemos decisiones ahora. Promover el ahorro voluntario puede ser una opción, pero lo que parece ineludible es la decisión de extender la vida laboral, una medida que adoptó Dinamarca, que ocupa el primer lugar en el índice.
Luego, enfatiza que “la autoridad debe evaluar objetivamente las vías por las cuales irán los cambios, tomando lo bueno y mejorando lo necesario para contar con un sistema sustentable en el largo plazo, lejos de ideologías y fuerte en bases técnicas, considerando por ejemplo, el efecto en el fondo de las comisiones por inversión no transparentadas, y el traspaso a los afiliados del beneficio por el uso de los fondos en la economía, acompañado de un programa permanente de educación a la ciudadanía que debería iniciarse a temprana edad”.
Cómo se elabora
Uno de los factores que mide este estudio –que analiza los sistemas de pensiones de 25 países– es la integridad, lo que considera entre otras variables, elementos que influyen en la gobernabilidad del país, y las operaciones que afectan el nivel de confianza que los ciudadanos en el sistema.
Si bien la integridad no es el ítem que tiene más peso en el estudio (25%), el actual ambiente contrario a las AFP podría hacer disminuir el desempeño de Chile, especialmente en los resultados que se conocerán en octubre próximo.
Otro de los factores que evalúa es la sostenibilidad del sistema (35%), que mide la cobertura, el nivel de activos de los fondos de pensiones respecto del PIB, el nivel de contribuciones obligatorias, y el nivel de deuda pública, que debiera ser bajo.
El tercero es la adecuación (40%), que evalúa que esté por encima de la base del promedio para aliviar la pobreza, el precio neto de sustitución de la fuente de ingresos medios, y que los beneficios se tomen como fuente de ingresos, entre otros puntos.
Los resultados 2015
En el estudio 2015 –que mantuvo a 25 países-, Chile volvió a ocupar el 8° lugar, pese a haber obtenido 69 puntos y se mantuvo en la categoría B, donde también están Suiza, Suecia, Finlandia, Canadá y Gran Bretaña.
"Esta categoría corresponde a países que cuentan con una estructura sólida en sus sistema de pensiones, pero que además tienen varias oportunidades de mejora, las que en Chile aún no se han implementado", sostiene Loreto Barril, líder de Retiro de Mercer Chile.
En la edición 2015 se analizaron los últimos siete años para comprobar si los sistemas de pensiones están en condiciones de cumplir con sus objetivos en el futuro.
El objetivo principal de esta investigación es fijar un benchmark del sistema de ingresos de jubilación de cada país, para lo cual se usan más de 40 indicadores. Un objetivo secundario es resaltar las deficiencias en el sector y sugerir posibles áreas de reforma para entregar beneficios de jubilación más adecuados.