Por Claudia Betancourt
El mismo día en que el presidente Sebastián Piñera realizaba el balance en materia de reconstrucción, debió desviarse y dedicarle unos minutos a la disputa pública que han protagonizado los candidatos presidenciales de la Alianza, Andrés Allamand (RN) y Laurence Golborne (UDI), quienes, por distintas razones, se ausentaron de las actividades de conmemoración del 27F en la región del Biobío y del Maule.
En una radiemisora local, el mandatario reconoció que “uno encuentra que hay buenas razones en ambos lados. Lo que sí, creo que la forma en que esto se dió, esta cosa ácida, dura, a mí me entristeció, creo que pudo haber sido de otra manera”. Según reconocen algunos asesores de gobierno, este hecho finalmente “opacó” la cuenta pública que pretendía dar a conocer el gobierno en el último día de la gira de la reconstrucción.
El presidente Sebastián Piñera rápidamente retomó el balance y reiteró el compromiso de su gobierno de culminar el proceso de reconstrucción a marzo de 2014.
Durante la inauguración de 48 departamentos construidos en el Cerro O’Higgins de Constitución, el jefe de Estado dió a conocer un informe de la destrucción que provocó la catástrofe y de los avances que han logrado, el cual alcanza el 87% a nivel nacional en general y un 93% en cuanto a viviendas.
Entre los datos que enumeró Piñera, dijo que “de las 222 mil viviendas que nos comprometimos a reconstruir o a reparar, hay 144 mil que están íntegramente reconstruidas, reparadas y están en manos de las familias beneficiarias que están habitando esas viviendas. 72 mil viviendas están en pleno proceso de reparación o reconstrucción. Si sumamos ambas, el 93% de las 222 mil viviendas que nos comprometimos a reconstruir, están plenamente reconstruidas o reparadas o en pleno proceso de reconstrucción y reparación”, afirmó.
“Cifras engañosas”
En forma paralela, dirigentes de la Democracia Cristina (DC) en Santiago, refutaron las cifras oficiales entregadas por el gobierno y acusaron que a tres años del terremoto sólo un 44% de las familias tiene una solución habitacional.
Con cifras en mano, David Morales, presidente regional de la DC, y quien fuera presidente de la Comisión de Vivienda de la Asociación de Municipales, sostuvo que las cifras de la reconstrucción entregadas por el gobierno “son engañosas”.
Explicó que de las 138 mil soluciones entregadas, se señala claramente que 50 mil casas son nuevas, “pero las reparaciones consisten en subsidios de hasta $ 1 millón, que en la gran mayoría de los casos, han sido destinadas a reparaciones bastantes menores como a muros medianeros a restablecimientos de fachadas pero en ningún caso, las reparaciones que consisten en rehabilitar una casa que haya quedado imposibilitada después del terremoto”.
Por lo tanto, prosigue Morales “la solución real son las 50 mil casas nuevas que se han entregado, pero si sumamos todas las soluciones nuevas que deben entregarse suman 113 mil y sólo se han entregado 50 mil. Esto quiere decir que aproximadamente 44% de las familias tiene una solución”.
Añadió que “el año pasado, esa cifra de las casas entregadas a las familias que habían quedado sin un techo para vivir era sólo de un 10%, así que el gobierno entre el año 2012 y 2013 ha avanzado un 30%; esa es la cifra real”.
Por su parte, la vicepresidenta de la DC, Laura Albornoz, dijo que la principal preocupación es cómo el gobierno va cumpliendo con las demandas específicas de las familias para recuperar sus hogares y “no para hacer de esto un uso político, como lo hemos visto en los últimos días”.
En tal sentido, Albornoz demandó que “el gobierno debe acelerar el paso en un reconstrucción que Chile demanda, y que no sea tan rápido en publicitar en lo que se ha avanzado, sino que sea rápido en tomar las medidas necesarias para que las zonas afectadas puedan llevar adelante la reconstrucción”.
En tanto, el arquitecto Alfredo Rodríguez, analista del Barómetro de Equidad, sostuvo que la reconstrucción “ha continuado a paso lento”. A su juicio, “los criterios definidos -como mantener a las familias en sus propios sitios y utilizar los programas de subsidios habituales en un universo muy amplio de pequeñas localidades- no parecen compatibles con la opción inicial de entregar a grandes empresas la operación de la reconstrucción. Más que unas pocas grandes empresas, se habrían necesitado muchas más PYME y definir mecanismos que las permitieran operar, para así poder atender las demandas particulares”.