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Premios DF: José Said es el Empresario del Año 2018

El presidente de empresas como Scotiabank Chile y Parque Arauco, recibió el Premio Empresario del Año 2018 otorgado por Diario Financiero.

Por: J. Troncoso Ostornol | Publicado: Viernes 16 de noviembre de 2018 a las 04:00 hrs.
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“Lo mejor que hemos hecho toda la vida es nunca ser dueños de los negocios, somos socios de negocios. No tenemos el control, sino formamos parte de éste. Eso nos ha permitido formarnos y hoy tenemos presencia en varios países”.

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De esta manera, José Said Saffie (88 años, casado con Isabel Somavía Dittborn, cuatro hijos) resumió en pocas líneas su fórmula de éxito en los negocios tras recibir el Premio Empresario del Año 2018 otorgado por Diario Financiero.

Hace exactamente una semana, el empresario lideró el primer gran evento como presidente del nuevo banco Scotiabank Chile. Fue el lanzamiento oficial de la entidad financiera luego que el grupo canadiense absorbiera al BBVA Chile.

La familia Said -uno de los grupos económicos más importantes de Chile con un patrimonio estimado en más de US$ 4.000 millones- tenía la oportunidad de vender su participación en BBVA Chile, valorada en US$ 1.100 millones, pero eligieron la opción de quedarse. Una decisión que se enmarca en el sello que ha distinguido su trayectoria en los negocios: “Si algo nos ha caracterizado en todos estos años, es que hemos hecho de la integración con otros excelentes compañeros de ruta grandes alianzas que han distinguido y enriquecido el progreso de nuestras empresas”, aseveró el empresario tras la junta de accionistas del hoy extinto Banco BBVA Chile el pasado 2 de agosto, cuando pidió a los asistentes sellar con un aplauso el visto bueno otorgado a la operación con Scotiabank.

“El rigor del trabajo”

Actualmente, el empresario reparte su tiempo entre su oficina en la Torre de la Industria en la que atiende sus negocios familiares y, a menos de tres cuadras, su despacho en el último piso de la torre Scotiabank Chile. Trabaja de lunes a viernes, aunque sus cercanos reconocen que ha bajado la intensidad de sus jornadas laborales.

“Personalmente nunca he buscado la exposición pública, y los empresarios normalmente preferimos abocarnos a nuestro trabajo. Un trabajo que en mi caso iniciaron mis antepasados que llegaron desde Belén”, dijo cuando recibió el premio Icare 2003 en la categoría Empresario.

Siempre recuerda la travesía de sus antepasados desde Palestina, como muchos otros que buscaron nuevos horizontes en lejos del dominio otomano. Su abuelo Issa Said Sahourieh llegó a fines del siglo XIX a Perú, y aprovechando su don para los negocios partió en el sector textil que posteriormente asumiría su hijo Salvador Said Kattan. Se instalaron en Arequipa, donde nació José en 1930. “Para mis abuelos y mis padres, esa fue la primera estación de la epopeya. Yo tuve la suerte de nacer en esa hermosa donde viví los primeros cinco años de mi vida”, rememoró el empresario sobre su infancia como único hombre entre 8 hermanas.

La diversificación

La decisión de su padre Salvador de emigrar inició la historia de la familia en Chile. “Tengo por los dos países un cariño que es entrañable, equivalente, genuino e incondicional”, dijo José Said en 2013 tras ser condecorado con la Orden Al Mérito por Servicios Distinguidos, en el grado de Gran Oficial, otorgada por el gobierno de Perú.

La incursión en los negocios se produjo al morir su padre. Junto con convertirse en el jefe de familia, asumió la cabeza de las empresas Rayón Said, Industria Química de Cobre Cerrillos, tejedurías de Rayón Unidas y Compañías de Seguros la Panamericana.

“Hemos desarrollado empresas industriales, inmobiliarias, comerciales y financieras. Mi abuelo Issa Said se inició en ellas como pequeño empresario, formando a sus descendientes en el rigor del trabajo y del emprendimiento. Esa enseñanza la recibí de mi padre y de sus hermanos que trabajaron estrechamente vinculados, lo que se ha proyectado en nuestra generación”, ha dicho el empresario.

En los años 80 profundizó la diversificación. Así es como en 1982, el primer hito del holding a su mando fue la construcción del primer mall en Chile, al que llamó Parque Arauco. Hoy, la empresa que también preside maneja varios centros comerciales repartidos en Chile, Perú y Colombia. En el consumo masivo, ingresó a Embotelladora Andina, presente en Chile, Brasil y Argentina.

En la banca, partió con el BHIF, al que transformó en el BBVA Chile, al incorporar al español Banco Bilbao Vizcaya. Hoy, es parte del grupo Scotiabank.

El sello Said

Ignaciano de formación, en una de sus oficinas tiene una foto del Padre Renato Poblete; incluso atesora un par de anteojos de quien fuera por casi 20 años Capellán del Hogar de Cristo. También es amante de la cultura mapuche, y tiene una colección de joyería araucana.

Uno de sus sellos es la sobriedad y formalidad al vestir. Siempre de traje, hasta en misa dominical hay quienes lo han visto de corbata. De estilo austero, él manejó por años su vehículo, y vivió por largo tiempo en una casa en el sector de Américo Vespucio, de la cual se trasladó hace algunos años a una zona más cercana a las residencias donde viven sus hijos.

En cada premio y reconocimiento, siempre ha recordado y agradecido a su esposa Isabel y a sus hijos Isabel, Constanza, Loreto y Salvador Said Somavía, a quien pasó la posta al frente de los negocios.

“Mi papá es un gran modelo, y también es un desafío”, señaló Salvador en una ocasión sobre la tarea de proyectar la labor de su padre como uno de los empresarios más importantes del país de los últimos 30 años.

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Francisco González, presidente del grupo BBVA (al centro) junto a José Said, luego de que el banco español ingresara al Banco BHIF en 1998.


 

Salvador Said: "Siempre está buscando algo más"

- ¿Cuáles son las principales lecciones de vida que le ha entregado su padre, don José Said?

- Siempre he sido muy cercano a mi padre. En mi niñez y juventud me preocupé de escucharlo, acompañarlo e interesarme por su actividad como empresario, lo que me preparó para, muy joven, empezar a trabajar y a adoptar distintos roles en nuestras compañías, que fueron desde usar mis vacaciones de escolares para trabajar en la operación de algunas de las empresas o asistir como oyente a los directorios cuando era universitario hasta asumir la gerencia general en una empresa en la que todos los trabajadores tenían bastante más edad y experiencia que yo.

Lo que aprendí en ese período, de la experiencia de mi padre y de la de los trabajadores de nuestras empresas, al darme él la posibilidad de involucrarme en ellas, fue fundamental en lo que soy ahora. Ese aprendizaje 'informal', que va más allá de lo aprendido en la universidad, no tiene comparación.

- ¿Qué es lo que más destaca de don José como empresario?

- Me asombra la capacidad de mi padre de atreverse, de tomar decisiones de forma valiente pero con gran racionalidad; también su espíritu emprendedor, que hace que siempre esté buscando nuevos negocios o, dentro de nuestros negocios, nuevas formas de llevarlos a cabo, y, por último, su inquietud.

Nunca está cómodo con la situación en que está, siempre está buscando algo más, ya sea en lo intelectual o en lo empresarial. Hoy en día está muy interesado en los últimos avances tecnológicos y cómo éstos pueden aprovecharse en nuestros negocios.

- ¿Qué mensaje le da a los jóvenes emprendedores que se están iniciando en el mundo de los negocios?

- Para mi es mucho más importante el emprendedor que el emprendimiento en sí. La persona es la clave a la hora de ejecutar una buena idea. En Endeavor se habla de las 4P que todo emprendedor exitoso debe tener: Pasión, Perseverancia, Paciencia y Prudencia. Estoy totalmente de acuerdo con ese diagnóstico.

Quien lleva a cabo una idea como emprendedor debe ser alguien especial, capaz de formar un equipo humano y desarrollar un liderazgo participativo, saber escuchar, no tenerle miedo al fracaso, ser honrado, ejecutivo e innovador.

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