Por Marco Fajardo
Si España estornuda, Italia se resfría. El riesgo cada vez mayor de un rescate soberano para España es un peligro para Italia, ya que consumiría la totalidad de los fondos europeos de rescate y dejaría muy expuesta a la tercera economía europea, cuya situación ya es difícil.
Por eso, el viernes, el primer ministro italiano Mario Monti llamó a redoblar esfuerzos para evitar un pedido de ayuda a sus socios europeos.
Los riesgos de Italia son múltiples: tiene una deuda de 1,9 billones de euros (un 120% del PIB, sólo superado por Grecia) y en los próximos 18 meses debe refinanciar casi 400.000 millones de euros de deuda, en medio de una recesión, las cifras negativas en servicios y manufacturas y un desempleo de 10% al alza. Sobre todo, los vencimientos del próximo año parecen el mayor desafío.
La tercera economía de la eurozona está en el camino correcto para cumplir sus objetivos de déficit este año y el próximo, dijo Monti, que instó a los legisladores a mantener el ritmo de las reformas para garantizar que el país resuelva sus problemas por sí solo. Añadió que su gobierno no tiene necesidad de aprobar más medidas de austeridad y negó que planee introducir un impuesto especial a la riqueza.
Las acciones italianas y españolas han perdido 30% en el último año y 11% en el último trimestre, lo que ha repercutido negativamente en los costos de financiamiento de ambos países.
El viernes se disparó la prima de riesgo de las dos naciones, con 600 puntos en el caso de España y casi 500 en el de Italia.
Monti afirmó que el alto costo del financiamiento de Italia era decepcionante, tomando en cuenta las reformas que ha aprobado su gobierno, y advirtió que las acciones insuficientes a nivel europeo y la incertidumbre política en Italia ponen nerviosos a los mercados.
Si los niveles de financiamiento se hacen insostenibles, como ocurrió en julio de 2011, podría haber una nueva intervención del Banco Central Europeo para comprar bonos, como sucedió ese año un mes después.
Círculo vicioso
“La estabilización y la reducción de la deuda está dentro del alcance”, indicó la agencia calificadora Fitch el jueves. “El riesgo principal para la sustentabilidad de la deuda surge de los nuevos incrementos en los diferenciales de los bonos soberanos italianos que poseen el potencial de profundizar la recesión”, señaló.
Fitch destacó que la importancia sistémica de Italia ha sido tal que esto debería impedir una inacción de la Unión Europea.
“Los mayores costos para servir la deuda pondrán más presión en los políticos para aumentar los impuestos necesarios para satisfacer las necesidades de financiamiento, lo que desacelerará aún más la economía general”, escribió en junio Matthew Hedrick, analista para Europa de Hedgeye, en Fortune. El analista cree que a mediano plazo la única solución al tema son los eurobonos “a los cuales los alemanes se niegan”.
A esto se suma la incertidumbre política. Gianluca Ziglio, estratega de tasas de UBS, aseguró a DF que a medida que se acerquen las elecciones de abril, el gobierno irá perdiendo margen de maniobra, y que tampoco hay certidumbre sobre el resultado de la votación, en medio de la tensión por los ajustes que afecta a los partidos que apoyan a Monti.
Por eso estima probable un gobierno de unidad nacional o nuevamente uno tecnócrata. “El gobierno de Monti tiene fecha de vencimiento, y luego de eso será un salto en la oscuridad”, advierte.