El presidente de la Comisión Europea
(CE), Jose Manuel Barroso, abogó hoy porque se cumplan "a tiempo y
de forma consistente" los compromisos adoptados en el G-20 para
reformar el sector financiero.
Estos compromisos incluyen la
imposición de una tasa a la banca
que desincentive la asunción de riesgos y contribuya a sufragar los
gastos ocasionados por el sector bancario en futuras crisis.
"Los sucesos de las últimas semanas han mostrado una vez
más lo
interconectados que se han vuelto los mercados y las economías. El
G-20 continúa siendo un vehículo clave para que la Unión Europea
(UE) puje por una agenda que afronte estos restos y comprometa a
nuestros socios internacionales a hacer lo mismo".
En esta línea,
Barroso señaló que es necesario que los líderes europeos
busquen principios sobre la remuneración de los
directivos y unos estándares para examinar la convergencia entre las
distintas economías.
Además
de las relacionadas con el sector financiero, Barroso pide
"progresos sustanciales" en las negociaciones para acordar un
"ambicioso paquete de reformas" del Fondo Monetario Internacional
(FMI) en noviembre.
Asimismo, pide que se fijen los principios
para la salida de la
crisis, "una tarea que la Unión Europa ya ha realizado por su
parte", tomando en consideración las distintas circunstancias
nacionales y regionales.
En segundo lugar, solicita que se
progrese en la emisión de
recomendaciones por países dentro de las iniciativas del G20 para
lograr un crecimiento económico sostenible.
A su juicio, esto
debe hacerse manteniendo los objetivos
contenidos en la estrategia económica de la UE para la próxima
década y los compromisos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que
obligan a los estados de la UE a mantener su déficit público por
debajo del 3% del PIB.