Caso típico: una empresa argentina que quiere expandirse estudia comprar la subsidiaria local de una compañía extranjera. Pero la operación se frena por completo al no poder conseguir los dólares. La única alternativa que le queda es aceptar un dólar M&A (por las iniciales de Mergers and Acquisitions) de 6,64 pesos, que es la cotización actual del “contado con liqui” (operatoria bursátil mediante la cual una persona o empresa transfiere fondos al exterior a través del Mercado de Valores).
Por lo tanto, la operación termina encareciéndose un 44%, ya que el comprador debería adquirir un bono argentino que cotice en Nueva York, para luego liquidarlo en esa plaza y que el vendedor obtenga los cada vez más codiciados billetes estadounidenses.
El contado con liqui nunca es la solución, ya que si bien es una operación legal, no representa la transparencia absoluta, al punto que está muy vigilado por el gobierno. Aparte, con el pago del Boden 2012, cada vez quedan menos bonos para poder hacerlo, revelan desde una consultora especializada en temas financieros.
“Si no se tiene más remedio se hace, pero la oportunidad debería ser muy interesante, de alguna compañía que esté desesperada por irse y que la venda en menos del 50% del valor. Pero como esos milagros no ocurren y el clima local está cada vez más enrarecido, el mercado está frenado, con todas las decisiones paralizadas y nosotros cada vez con menos trabajo”, confiesa el director de una multinacional que se especializa en temas de fusiones y adquisiciones de empresas.
Paralización en la actividad
Debido a la paralización en la industria, ahora se están dedicando a hacer reorganización de pasivos y ayudan a sus clientes con los mecanismos necesarios para tomar deuda local mediante algún tipo de emisión.
En el mercado de M&A coinciden en que los motivos de la paralización de las operaciones en Argentina tienen que ver con las dificultades que encuentran las compañías para acordar los precios de las transacciones a causa de la falta de claridad en el tipo de cambio de transferencia, situación que le agrega incertidumbre a los diferentes actores del mercado.
Los jugadores del sector están a la expectativa de que se normalice la situación de los mercados de cambio y se vuelvan a definir políticas de largo plazo que guíen las transacciones, como ha sucedido históricamente.
Incluso, es más probable que un grupo extranjero pueda llegar a comprar una empresa en Argentina que al revés. Siempre cuando la adquisición tenga un carácter estratégico, no sea de gran monto y que el pago se realice en dólares en una cuenta de Estados Unidos.
Y, lo más importante, que la compañía que llegue piense en el largo plazo y quiera reinvertir todas sus ganancias, ya que por ahora deberá tener en claro que no podrá repatriar los dividendos que le genere la operación argentina. Desde luego, muchos condicionamientos que no actúan, precisamente, como un imán para atraer inversiones al país.
Comparación con el negocio inmobiliario
Hoy se podría comparar al mercado de fusiones y adquisiciones con el inmobiliario. El tenedor del activo marca un precio, pero el vendedor no termina convalidando el tipo de cambio, ya que no acepta un intermedio entre el dólar oficial y el blue, sino que se rige sólo por el informal.
Pero en el áreas de M&A la situación es peor, pues toman el contado con liqui, cuya cotización es todavía más cara.