La agencia de calificación de riesgo Fitch mantuvo hoy la nota máxima ("AAA") a las finanzas de Alemania, así como su perspectiva "estable" a largo plazo, pese a la advertencia en sentido contrario que lanzó en julio su homóloga "Moody's".
La agencia argumentó en un comunicado que el mantenimiento de la nota refleja "las fortalezas crediticias a largo plazo de Alemania" y su "robusta actuación económica en los últimos dos años".
"Frente al contexto de la frágil recuperación global y la intensificación de la crisis de la eurozona, Alemania ha registrado un fuerte crecimiento de su producto interior bruto (PIB) y una tendencia decreciente en el desempleo", indicó.
No obstante, Fitch subrayó que la mayor economía de Europa "sigue expuesta al componente sistémico de la crisis" y que "una recesión significativamente más profunda" de sus mayores socios comerciales en la eurozona podría "arrastrar también a Alemania a la recesión, con repercusiones negativas en términos fiscales".
La agencia advirtió de que una "contribución adicional considerable" de Alemania a los fondos de rescate de la eurozona -más allá de lo acordado- podría elevar la deuda alemana por encima del 90% del PIB, "cerca del límite que Fitch considera generalmente consistente con la calificación 'AAA'".
"La materialización de estos riesgos pondría a la calificación bajo presiones a la baja", agregó en la nota.
Fitch señaló también los "retos" relativos a la necesidad del sector bancario nacional de cumplir con los nuevos requisitos -más estrictos- de Basilea III, que conllevarán un recorte de los beneficios de las entidades financieras.
Indicó que el sector bancario alemán ha reducido su exposición a la eurozona en general en un 30 % y a Grecia, Italia, España y Portugal en particular en un 44 %.
"A pesar del rápido ritmo de reducción, la calidad de los activos restantes podría fácilmente deteriorarse más si la recesión se ahonda en la periferia", añade el comunicado.