Latam Airlines tiene motivos para celebrar. Este viernes se cumple un año desde que la compañía volvió a cotizar en Wall Street, tras salir del parqué neoyorquino en 2020 en medio de su proceso de reestructuración bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos.
Su retorno marcó el cierre de una etapa crítica para la aerolínea y el inicio de una nueva fase en los mercados internacionales.
A 365 días de su reincorporación a la Bolsa de Nueva York –donde se listó a través de American Depositary Receipts (ADR)–, los números respaldan la recuperación.

El papel de Latam en EEUU acumula un alza de 75%, muy por encima del avance de 17,45% que registra el índice de referencia estadounidense, el S&P 500, en el mismo período.
En su regreso a la plaza, la compañía fijó el precio inicial de su ADR en US$ 24 por título. Desde entonces, el desempeño ha sido consistente y, al cierre de esta edición, la acción se transaba en torno a US$ 41,70.
“El relistamiento le permitió recuperar su presencia internacional. Esto, junto a sólidos resultados operacionales y financieros, impulsó la confianza de los inversionistas y el valor de su acción en un mercado más líquido y competitivo”, aseguró el analista de Vantrust Capital, Fernando Santibáñez.
Y si bien la vuelta de los ADR ha tenido una positiva recepción por parte del mercado, las proyecciones muestran que aún tiene espacio para seguir volando en Wall Street.
Según un compilado de Bloomberg, basado en seis analistas que siguen el papel, el 100% recomienda comprar. Además, proyectaron un precio objetivo de US$ 47,32 para los próximos 12 meses, lo que implicaría un upside de 13,4%.
Los números
El año de Latam ha estado respaldado por un sólido desempeño financiero y operativo. De acuerdo con datos de la firma (en 12 meses finalizados en marzo de 2025), la aerolínea reportó ingresos por US$ 13.100 millones, lo que representó un crecimiento interanual de 6,6%.
“Estos resultados se tradujeron en una rentabilidad consistente que permitió destinar US$ 445 millones a iniciativas de retorno para los accionistas durante el primer trimestre de este año, tales como el pago de dividendos y la recompra de acciones”, sostuvo Latam a DF.
Los analistas destacan que el margen operacional de la firma se encuentra en máximos históricos, beneficiado por una demanda de viajes sólida y una estructura de costos más eficiente.
Principales inversionistas
De acuerdo con Bloomberg, el principal tenedor del ADR de Latam es la firma de inversiones estadounidense Sixth Street Partners, con un 21,99% de participación sobre el total de acciones en circulación, que en su conjunto ascienden a 302,2 millones. El segundo lugar lo ocupa la AGF de BICE con 20,53% de participación y, en tercer lugar, se ubica Strategic Value Partners (3,83%).
El analista de estudios de Bci Corredor de Bolsa, Ignacio Sobarzo, planteó que “quienes tienen apetito por la acción de Latam a nivel internacional, podrían ser fondos brasileños”, quienes, a su juicio, prefieren hacerlo en EEUU por temas operacionales.
Latam en la bolsa chilena
El buen rendimiento de Latam en Wall Street ha estado correlacionado con el desempeño de sus acciones en la Bolsa de Santiago, que al cierre de esta edición acumulaban un avance anual de 60,66%, con un precio de $ 19,93 por papel.
El atractivo por los títulos también se reflejó en los montos transados, que en junio superaron a SQM-B como la acción más negociada. Al cierre de ese mes, sumó un flujo de $ 4,72 billones (millones de millones) en 12 meses, lo que corresponde al 13,4% del valor operado en acciones nacionales.
Según Santibáñez, “este último año el volumen diario ha aumentado en promedio un 90% respecto al anterior”.
A juicio del gerente de estudios de Renta 4, Guillermo Araya, “los altos montos transados y el alza en el precio se pueden ver influidos por ciertos eventos, como la oferta de acciones en la Bolsa de Nueva York o cualquier nueva oferta que pueda producirse, pero estos son efectos de corto plazo”.
Sin embargo, agregó que “haber ingresado al mercado de EEUU no ha sido un aporte para la acción, solo dejó abierta la puerta para que los exacreedores puedan salir a vender nuevamente sus acciones”, quienes “aun así, no han salido a vender del todo”.
Lo anterior, según Araya, se explica porque “legalmente no estarían obligados a hacerlo. La evolución en el precio de la acción hace pensar que buscarán una nueva oportunidad” afirmó.