Por Isabel Ramos Jeldres
La economía italiana dio nuevas muestras de debilidad, al contraerse por cuarto trimestre consecutivo entre abril y junio, golpeada por las duras medidas de austeridad que ha adoptado el gobierno del primer ministro Mario Monti, y extendiendo a un año la recesión.
El Producto Interno Bruto cayó 0,7% en el segundo trimestre, debido a la contracción en la agricultura, industria y servicios, informó la oficina de estadísticas Istat en un reporte preliminar. Frente al mismo período del año anterior, en tanto, el PIB bajó 2,5%, su mayor descenso desde el cuarto trimestre de 2009.
Monti aprobó un plan de ajustes por 20 mil millones de euros (US$ 25 mil millones) a tres años a fines de 2011 para reducir la deuda pública (cercana a 120% del PIB) al límite de 60% del Producto fijado por las autoridades de la Unión Europea.
Ayer, el primer ministro logró un voto de confianza en el Parlamento, que dio luz verde a medidas de austeridad adicionales por 4.500 millones de euros para este año, para retrasar el aumento previsto en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) hasta julio del próximo año. Según analistas, las medidas han sido exitosas en bajar el nivel de endeudamiento público, pero han tenido un gran impacto en los consumidores, que han contenido el gasto, lo que ha golpeado, a su vez, en los resultados de las empresas.
La automotriz Fiat, la mayor manufacturera de Italia, anunció que realizará reestructuraciones en Europa, incluyendo cierre de plantas. Si Fiat, el mayor empleador del país, realiza despidos, eso podría elevar aún más la tasa de desempleo, que se ubica en su máximo en trece años.
Las ventas de autos han caído 20% hasta julio, y las entregas se encaminan a su peor desempeño desde 1979.
Se extiende la recesión
Istat dijo en un informe separado que la producción industrial cayó 1,4% junio, respecto de mayo, cuando subió un revisado 1%. La caída fue mayor a la esperada por los analistas consultados por Bloomberg, que apuntaban a un retroceso de 1%.
“Creemos que Italia enfrentará otros dos trimestres de PIB negativo este año”, dijo en una nota a clientes la economista de inflación de la zona euro de BNP Paribas, Catherine Colebrook. La caída en la producción industrial “sugiere que la economía italiana tiene un largo camino antes de que se mueva de nuevo hacia un territorio de crecimiento”.
Istat estima que la economía se contraerá 1,9% este año, mientras que el Banco de Italia apunta a una contracción de 2%. Annamaria Grimaldi, analista de Intesa Sanpaolo, dijo a Reuters que espera que la tercera economía de la eurozona vuelva a crecer recién en 2013.
Apoyo de Alemania
El nivel peligrosamente alto de los costos de endeudamiento de Italia (que se mantienen en 6%, cerca del 7% que obligó al rescate de Grecia, Irlanda y Portugal), ha motivado a Monti a pedir flexibilidad a sus pares europeos, especialmente a Alemania. Si no se afloja la presión sobre las finanzas públicas, aseguró, el país arriesga que un gobierno euroescéptico tome el poder, y no se comprometa a la consolidación fiscal.
El primer ministro aseguró al semanario alemán Der Spiegel el domingo que lo que su país necesita de Alemania y la Unión Europea es apoyo moral, no asistencia financiera, y agregó que está preocupado por el creciente sentimiento anti-euro, anti-alemán y anti-Unión Europea en el parlamento italiano.
Los préstamos de los bancos italianos al Banco Central Europeo se elevaron a 283.300 millones de euros en julio, desde 281.400 millones de euros en junio, debido a que la crisis de deuda ha limitado el acceso al financiamiento y ha elevado sus costos, informó el Banco de Italia ayer a través de su sitio web.