Portugal
efectuó hoy su primera emisión de deuda pública de 2011 y la colocó en
el mercado a un interés seis veces superior al que pagó hace un año,
señal de que la desconfianza de los inversionistas sobre su situación
financiera se mantiene.
Según los datos facilitados por el
Instituto de Gestión de Tesorería y del Crédito Público (IGCP) luso, el
Estado emitió bonos a seis meses por valor de US$ 667,5 millones, por
los que pagará un interés del 3,686%.
Esta
penalización supera también el interés al que se colocó la última
subasta de bonos portugueses a seis meses, llevada a cabo en septiembre,
y que finalmente se estableció en el 2,04%.
A
principios de enero de 2010, Portugal realizó una emisión de las mismas
características por la que pagó un 0,59% de interés.
La elevada penalización sobre la primera emisión de deuda del año
repercutió negativamente en el selectivo lisboeta, el PSI-20, que a las
12.00 horas GMT caía un 1,15%, con 18 de los 20 títulos que lo
componen en rojo.
Además, los intereses de la deuda soberana
portuguesa a diez años -indicador habitual de la confianza de los
mercados sobre la economía de un país- siguieron al alza hoy, y
alcanzaban esta mañana el 6,624,% todavía por debajo de la barrera del 7% que superaron en noviembre.
Diversos analistas
señalaron que la presión sobre la deuda lusa se debe a que los
inversores continúan a la espera de comprobar la efectividad de las
medidas de ajuste introducidas por el Ejecutivo para rebajar el déficit
público, muchas de las cuáles entraron en vigor el pasado 1 de enero.
Entre estas medidas destacan el aumento de la carga fiscal, la
reducción de los salarios a los trabajadores públicos y los recortes en
la inversión estatal.
El IGCP anunció el pasado 29 de
diciembre que el Estado prevé emitir entre US$ 24.033 y US$ 26.703 millones en Obligaciones del Tesoro -instrumento a medio y largo plazo-
para financiarse durante 2011, lo que complementará con otras emisiones
de bonos a corto plazo como la realizada hoy.