Por Marco Fajardo
España evitó el naufragio, pero sigue en la tormenta. Ese parece haber sido el mensaje del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, que en su discurso del Estado de la Nación de ayer anunció nuevas medidas para impulsar el crecimiento y el empleo.
Es que la crisis aún no ha tocado fondo: esta semana causó la segunda mayor quiebra del país y liquidó a Miss España, el concurso de belleza que data de 1960. En la reacción al discurso de la oposición, el líder opositor socialista Alfredo Pérez Rubalcaba acusó a Rajoy de hacer una gestión “desastrosa”.
El mensaje estuvo centrado en economía, pero Rajoy también planteó el endurecimiento de las penas para quienes se aprovechen de sus cargos públicos para enriquecerse, en medio de un escándalo de corrupción en el seno de su partido.
Rajoy comenzó su discurso recordando a los 5,9 millones de desempleados que hay en España, y posteriormente esbozó las nuevas reformas destinadas, además de la creación de puestos de trabajo, a limpiar el sistema financiero y reformar sectores como la educación, la sanidad y la energía.
Añadió que mientras la tasa de desempleo no se sitúe por debajo de 15% -desde el 26% actual-, se incluirán bonificaciones a la Seguridad Social cuando se contrate a tiempo parcial a menores de 30 años, un grupo etario cuyos índices de desempleo rondan el 56%.
El discurso fue duramente criticado por la oposición. El líder socialista Pérez Rubalcaba acusó al jefe del gobierno de haber provocado “recesión, desempleo y desigualdad” con sus medidas en sólo catorce meses de mandato, de haber aumentado en casi 1 millón el número de desempleados, y del cierre de miles de empresas.
España está haciendo un esfuerzo sin igual por reducir sus costos laborales, pero la fortaleza del euro dificulta la tarea. Y las perspectivas al respecto no son buenas: la canciller alemana, Angela Merkel, defendió ayer un euro a entre US$ 1,30 y US$ 1,40, pese a que esto puede “derretir como la nieve bajo el sol” el duro trabajo que están haciendo en los países del sur de Europa, como España.
Dos nuevas víctimas
La crisis cobró dos nuevas víctimas en los últimos días. El martes, la inmobiliaria Reyal Urbis decidió presentar la solicitud de concurso voluntario de acreedores ante la negativa de los bancos a refinanciar una deuda de 3.613 millones de euros, lo que supone la segunda mayor quiebra de la historia española después de los 7.000 millones de euros de su par Martinsa-Fadesa en 2008.
“Los bancos ya no quieren dar ni un euro más, muchos lo tienen ya provisionado y no ven la necesidad de prolongar la agonía y aumentar de esta manera las pérdidas en el futuro”, dijo una fuente conocedora de las negociaciones de Reyal con la banca a Reuters. Reyal tenía hasta el 23 de febrero para alcanzar un acuerdo con los acreedores.
Otra víctima de la crisis fue Miss España. Ayer se informó que el certamen se declaró en concurso voluntario de acreedores. La mala situación económica de la organización hizo que en 2012 no se celebrara el evento y que la última Miss España, Andrea Huisgen, tuviera que buscar ayuda externa para acudir a la elección de Miss Universo.
Por si fuera poco, la agencia calificadora Moody’s advirtió que la banca española financia el 9% de sus activos gracias al Banco Central Europeo (BCE), superada sólo por Grecia (33%).
Añadió que la situación de la banca local, si bien ha mejorado, no está normalizada, como demuestran los diferenciales que estas entidades han tenido que pagar para colocar sus títulos (en promedio, 285 puntos base sobre el tipo de interés de referencia mid-swap).
No sólo la situación de la banca es delicada. Bloomberg informó ayer que el gobierno central está limitando los costos de endeudamiento de las 17 regiones españolas.
El gobierno quiere que las provincias no paguen más de 100 puntos base en intereses por encima del rendimiento de los bonos soberanos españoles.
“Sólo Madrid y posiblemente el País Vasco y Navarra podrían acceder al mercado bajo estas condiciones”, advirtió a Bloomberg Serafi Rodríguez, operador de renta fija de Morabanc.