El director gerente del Fondo
Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, dijo hoy en
que la aplicación de impuestos internacionales a las entidades
financieras "puede reducir la probabilidad de que haya otra crisis".
El
FMI ha propuesto gravar en todo el mundo con dos nuevos
impuestos al sector financiero, lo cual, según Strauss-Kahn, daría
fondos a los gobiernos para responder a crisis futuras y "reduciría
la toma de riesgos" por parte de la banca.
La propuesta está
contenida en un estudio que le encargaron al
Fondo Monetario Internacional (FMI) los presidentes de los países
miembros del G-20 en su reunión de Pittsburgh (EE.UU.) en septiembre y
que se debatirá en la reunión ministerial del Grupo que tendrá lugar
el viernes en Washington.
El estudio propone crear la llamada
"Contribución a la
Estabilidad Financiera", un impuesto que inicialmente pagarían todas
las entidades financieras por igual y que posteriormente variaría
según el nivel de riesgo asumido por cada una.
El segundo
impuesto sería la "Tasa sobre Actividades
Financieras", que gravaría los sueldos y bonificaciones que pagan
las entidades financieras, así como sus beneficios.
Strauss-Kahn
habló en una rueda de prensa previa a la reunión
ministerial del G-20, que tendrá lugar el viernes, y la Asamblea del
FMI y el Banco Mundial, que se celebrará durante el fin de semana.
En
ella constató que la recuperación económica "está llegando más
rápidamente y antes que lo previsto", pero que el repunte es
"frágil".
En los países desarrollados el desempleo es alto, la
demanda
débil y el sector financiero no ha vuelto todavía a la normalidad,
explicó el jefe del FMI.
Por esos motivos, John Lipsky, el
"número dos" del FMI, dijo en
la rueda de prensa que el FMI cree que sería "prematura" en general
una retirada de las políticas de estímulo.