La Bolsa de Tokio cerró hoy con una caída de más del 1%
contagiado de las pérdidas en los mercados chinos, pese a que a primera hora
recibió con ganancias la noticia de la dimisión del primer ministro japonés,
Yukio Hatoyama.
El índice Nikkei cayó 1,12%, hasta situarse en los 9.603,24
puntos, mientras que el Topix, que agrupa a todos los valores de la primera
sección, perdió 1,13%, hasta 870,05 enteros.
El sector mayorista fue uno de los que más retrocedió, junto
con el transporte aéreo y la siderurgia, al tiempo que destacaron las ganancias
en los valores de electricidad y gas.
El anuncio de la dimisión de Hatoyama a primera hora de la
mañana, después de ocho meses en el cargo, no fue recibido negativamente por
los inversionistas, que han visto la caída de cinco jefes de Gobierno desde
2006.
Tras conocerse la renuncia, el yen se depreció temporalmente
frente al dólar y al euro, lo que mantuvo la Bolsa al alza hasta media mañana.
"La dimisión de Hatoyama provocó que las acciones
ganaran como primera reacción", opinó Masaatoshi Sato, analista de Mizuho
Investors, a la agencia local Kyodo.
La principal asociación gremial de empresarios de Japón,
Keidanren, indicó en un comunicado que desea "el rápido establecimiento de
una nueva administración capaz de conseguir confianza en casa y en el
exterior".
El mercado de bonos también recibió positivamente la salida
de Hatoyama, puesto que los analistas dudaban de que sus políticas pudieran
favorecer la mejora fiscal en Japón, según analistas consultados por el diario
Nikkei.
Hatoyama se mostraba además reacio a una subida del impuesto
sobre el consumo, vista como una de las claves para reducir el déficit fiscal
japonés.
En la segunda mitad de la jornada, sin embargo, el Nikkei se
adentró en terreno negativo al hilo de un giro al alza de la moneda nipona y de
la evolución negativa en las bolsas asiáticas, especialmente en China.