El tipo de cambio chileno cerró con una leve alza este miércoles, a pesar de que el dólar global se debilitó y el cobre siguió escalando en medio de un desabastecimiento antes de posibles aranceles.
La divisa partió al alza en $ 940, pero desde ahí la presión de compra se desvaneció rápidamente. y cotizó durante la mayor parte del día en un rango cercano a los $ 936 del cierre del martes. En las últimas dos horas, que son de baja liquidez, las compras volvieron a predominar y el dólar cerró con un alza de $ 2,32 hasta los $ 937,88 en las pantallas de Bloomberg.
"El movimiento de hoy se atribuye más que nada a un flujo interno, alguna compra más o menos importante", dijo a DF el subgerente de estudios de Capitaria, Ricardo Bustamente. Recalcó que "los fundamentos siguen apuntando hacia una mayor depreciación del dólar", y que "en los próximos días, cuando se alinee con el mercado, que está en busca de activos de mayor riesgo, deberíamos ver una presión más bajista".
También estimó que en la leve alza de hoy podría haber influido el hecho de que el tipo de cambio cerró ayer con una fuerte caída de más de $ 10, y el hecho de que hoy igualmente se debilitó el real brasileño. El dollar index caía 0,2% a 97,7 puntos que son nuevos mínimos desde marzo de 2022, tras intentar una recuperación durante la mañana.
Factor cobre
Desde temprano hubo además una presión bajista sobre el tipo de cambio por el lado del cobre. El contrato estadounidense Comex subía 0,9% a US$ 4,97 por libra que son máximos desde el 2 de abril. Mientras, los inventarios de cobre en la Bolsa de Metales de Londres se encuentran en mínimos desde agosto de 2023.
"Los precios del cobre suben por cuarto día consecutivo, apoyados por una fuerte contracción de la oferta en el mercado de Londres, impulsada por las compras previas a un ampliamente anticipado anuncio de aranceles estadounidenses a la importación", escribió el jefe de estrategia de commodities de Saxo Bank, Ole Hansen.
También indicó que las perspectivas del cobre a más largo plazo son alcistas: "Se espera que el auge de las infraestructuras digitales, junto con la adopción de los vehículos eléctricos y las redes de recarga, así como el aumento de la demanda de refrigeración, impulsen un importante incremento de la demanda de energía y, con ella, de su principal conductor, el cobre".
Segundo día
Las tasas cortas de EEUU caían un poco más, después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, testificara ante el Comité de Asuntos Bancarios y de Vivienda del Senado, en su segundo día de comparecencias con motivo de la presentación del reporte semianual de política monetaria.
El banquero central ha insistido en que la Fed está en una buena posición para seguir esperando a ver los efectos de los aranceles antes de volver a recortar las tasas de interés. La apertura de Powell a que se produzca un escenario benigno ha generado un cierto apetito por renta fija.
El mercado descuenta un 25% de probabilidad de que el banco central vuelva tan pronto como en julio a la política expansiva, con un recorte 25 puntos base (pb). Lo que sí se da por cierto es que al menos empezaría en septiembre, y que habría un segundo recorte antes de que termine 2025.
Pero el sesgo es incluso más flexible, ya que los operadores contemplan un 50% de probabilidad de que en total los recortes de este año abarquen 75 pb, según las tasas implícitas del mercado derivado.