A fines de los '90, el mundo se entregó por entero al auge de la nueva economía digital. Cualquier idea de negocio, por absurda que fuera, podía recaudar millones de dólares, si se basaba en Internet.
Todo terminó en el 2000 con el estallido de la burbuja “punto com”.
Siete años después, la especulación se concentró en el mercado inmobiliario de Estados Unidos. Los bancos otorgaban créditos hipotecarios con tan solo una declaración de ingresos. La proporción de préstamos a clientes de baja calidad pasó de 8% a 20% del total. Cuando el precio de las viviendas cayó, las tasas se reajustaron y los impagos explotaron.
Hoy, los expertos se enfrentan por descubrir dónde estallará la próxima burbuja. Los candidatos abundan, desde las criptomonedas hasta los créditos automotrices, pasando por bonos e ETF.
No hay nada barato
Lentamente ha comenzado a cobrar fuerza entre analistas un escenario catastrófico, peor a todo lo visto hasta ahora y que ha sido bautizado como la “everything bubble” o la burbuja de todas las cosas. Según estos pronósticos, la próxima crisis no será provocada por el estallido de una burbuja, sino de varias al mismo tiempo, como una tormenta perfecta.
“Tenemos una burbuja en todo. No hay nada en los precios de los activos que esté muy bajo”, dijo Marc Faber en entrevista con CNBC. El economista es un reconocido pesimista, lo que le ha valido el apodo de “Doctor Doom” (Doctor Fatalidad), pero tiene a su favor haber anticipado varias crisis.
El argumento es que las políticas monetarias expansivas de los grandes bancos centrales para enfrentar la peor crisis desde la Gran Depresión inundaron al mundo de liquidez, disparando el valor de los activos. Cuando esa liquidez sea reabsorbida, el ajuste provocaría un terremoto.
“La deuda global como porcentaje del PIB mundial es entre 30% y 40% mayor que en 2007. Todos vamos a perder 50% del valor de los activos que tenemos”.
William Koldus, de Seeking Alpha se hace la misma pregunta en un reciente informe ¿Están todos los activos en una burbuja? “La respuesta corta es no todos, pero la mayoría de los activos tradicionales están bien adentrados en territorio de burbuja”.
Aunque más cautelosos, los grandes bancos también han expresado preocupación. Bank of America alertó que los precios de los activos se están volviendo “más burbujeantes” que en anteriores períodos de alzas.
El último en advertir sobre esta amenaza fue Jarred Dillian, de Mauldin Economics, un controvertido economista apodado el “Doctor House del trading” y exempleado de Lehman Brothers.
Para Dillian, la especulación ha llevado a los inversionistas a tomar posiciones excesivamente arriesgadas en al menos seis sectores: los bienes raíces, las criptomonedas, el crédito (a empresas, a mercados emergentes y a deudores subprime en el sector automotor), y las acciones. Dentro de estas últimas, en un grupo particular de acciones denominadas las FAANG que reúne a los gigantes tecnológicos Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google. A esto se suma por último la estrategia de indexación, es decir, los fondos que apuestan a replicar el desempeño de un índice.
En el caso de los bienes raíces, subraya el aumento de 1.040% en los precios de las viviendas en Canadá desde 2010, mientras que en el las monedas virtuales destaca el alza de 3.600% del ethereum este año.