El derrumbe en los precios de los metales y combustibles llegó a los alimentos durante la jornada de ayer. En una sesión en donde los valores de los futuros del mercado de Chicago para el maíz y el trigo comenzaron con un alza cercana al 1%, ambos cereales rompieron la tendencia al darse a conocer por parte del gobierno de Estados Unidos que los inventarios serían mayores a los estimados.
En esta línea, los futuros de julio del maíz cayeron 4,2% a US$ 6,77 por bushel, mientras que el trigo también cerró con un descenso de 5% a US$ 7,59.
Asimismo, el precio estuvo presionado por dos factores. Por un lado, se prevé un descenso en las exportaciones del maíz para los próximos meses de 1.800 millones de bushels a empezar en septiembre, el menor monto en nueve años, según indicó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). A su vez, la cosecha de trigo caerá a 1.424 millones de bushels.
Grandes perdedores
La jornada de ayer fue negra para el petróleo de Texas, el WTI, el cual perdió 5,32% para volver a quedar por debajo de los US$ 100 el barril. El anuncio desde el gobierno estadounidense de un aumento en los inventarios de combustible afectó de forma directa al crudo que cerró en US$ 97,99 el barril.
En el conjunto de los metales, el cobre también bajó y, al igual que la semana pasada, volvió a quedar por debajo de US$ 4 la libra. En esta línea, el metal rojo perdió 2,07% y cerró en US$ 3,96.
Los principales factores del descenso estuvieron relacionados con la expectativa de enfriamiento de la economía China.
El oro y la plata, metales favoritos entre los activos de refugio del mercado, lograron mantener la senda positiva con la que comenzaron la semana. Así, el metal dorado avanzó 0,48% para quedar en US$ 1.524,5 la onza, mientras que la plata aumentó 2,03% y cerró en US$ 39,18 la onza.