La industria del petróleo ha estado movida. Según datos del Departamento de Energía de EEUU, la producción diaria de crudo en ese país crecerá 14% este año, alcanzando un record de seis décadas, informó Bloomberg.
Esto, gracias a la tecnología de fracking, que ha permitido a los productores en el país del norte liberar enormes reservas de shale gas antes desaprovechadas.
Los cambios están presionando a la baja los precios del West Texas Intermediate (WTI), que ha retrocedido 13,60% este año, mientras que el Brent ha seguido apreciándose. Bank of America incluso ve el valor del WTI cayendo a
US$ 50 el barril en los próximos 24 meses.
La semana pasada la Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés) dejó de contemplar el WTI como benchmark de precios globales en el New York Mercantil Exchange, reemplazándolo por el Brent, puesto que ha dejado de ser un buen referente global del precio del commodity.
Sin embargo, no todos son tan radicales como Bank of America. Andrew Lipow, presidente de Lipow Oil Associates en EEUU, confirma que la producción de EEUU aumentará, pero espera que el balance de oferta y demanda siga favoreciendo precios más altos en el futuro para el WTI.
Sus estimaciones son que el precio del petróleo se verá presionado a la baja durante un par de meses hasta los US$ 82 por barril, desde sus niveles actuales de US$ 85,41. Y, que hacia fines del próximo año el WTI estará en US$ 90 el barril y el Brent en US$ 100.
Lipow apoya la estrategia de la EIU, ya que el Brent mide el petróleo en el mundo y no sólo el que se consume en EEUU como el WTI.
Impacto local
¿Chile debería preocuparse? La economista jefe de Econsult, Michèle Labbé, cree que la tendencia no tendrá un impacto relevante en nuestro país. Sin embargo, reconoce que podría ser necesario un cambio en el Sipco, el sistema que se usa para calcular los precios y mitigar las alzas más bruscas de los combustibles. “Hay que pensar si es que es necesario modificarlo”, dijo.