El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó ayer a su administración a promover una versión más dura de su controvertida propuesta de prohibición de viajes tras el ataque del fin de semana en Londres, y presionó por una pronta revisión judicial en la Corte Suprema. El mandatario presentó además su propuesta para privatizar el sistema de control de tráfico aéreo.
Los comentarios de Trump sobre la prohibición de viajes en Twitter reforzarían el pedido de emergencia que realizó su gobierno a la Corte Suprema la semana pasada, solicitando reinstaurar la prohibición de ingreso a personas que viajen a EEUU desde seis países predominantemente musulmanes.
“El Departamento de Justicia debería haberse quedado con la prohibición de viajes original, no la versión suavizada y políticamente correcta que envió a la C. S.”, escribió en referencia a la Corte Suprema en una serie de tuits. Pero fue el propio Trump quien revocó la prohibición original cuando firmó la segunda versión el 6 de marzo, luego de que su primera orden ejecutiva fuera bloqueada por la corte.
“El Departamento de Justicia debería pedir una audiencia expedita sobre la Prohibición de Viajes suavizada ante la Corte Suprema, ¡y buscar una versión mucho más dura!”, escribió.
El jueves, el equipo legal de Trump pidió a la corte que permitiera que el decreto de la segunda versión de la orden entrara en vigor inmediatamente, pese a ser bloqueado por cortes de menor jerarquía. La Corte Suprema rara vez otorga pedidos de emergencia.
Nuevo control aéreo
Trump reveló ayer además su propuesta para privatizar el sistema de control de tráfico aéreo, como parte de su plan para generar inversiones en el área de infraestructura por US$ 1 billón (millón de millones), provenientes del sector público y privado.
Trump se comprometió a modernizar el “anticuado” sistema en un esfuerzo por reducir el costo de los viajes aéreos y rebajar el tiempo que pierden los pasajeros debido a los retrasos de los vuelos.
“Estamos proponiendo llevar el tráfico aéreo de EEUU hacia el futuro, finalmente”, aseguró el mandatario en la Casa Blanca. “Lanzaremos esta revolución a los viajes estadounidenses modernizando este anticuado sistema de control de tráfico aéreo”, apuntó.
Hasta ahora, todos los presidentes que han intentado reformar el sistema han fracasado, como Ronald Reagan en 1981 y Bill Clinton. “No sabían qué estaban haciendo”, aseguró el mandatario sobre los esfuerzos previos por modernizar el sistema. “Un despilfarro total de dinero”, dijo.
Bajo la propuesta de Trump. el gobierno transferirá a 15 mil controladores aéreos y a miles de técnicos y personal que trabaja en puestos administrativos a una organización sin fines de lucro.
Asimismo, los sistemas de control de tráfico aéreo comenzarán a depender de tecnología GPS, en lugar de los radares y sistemas con base en tierra a los cuales generalmente se culpa de los retrasos que sufre la industria en EEUU.
Respaldo de aerolíneas
El plan obtuvo un respaldo inmediato de la mayoría de las aerolíneas, pero enfrenta una dura oposición en el Congreso, donde la mayoría de los demócratas y algunos poderosos republicanos se han negado a transferir sus servicios fuera del gobierno.
American Airlines, la mayor línea aérea del mundo, dijo que estaba ansiosa por trabajar con la administración Trump “para hacer que los viajes aéreos sean más limpios, seguros y eficientes”.
“El sistema anticuado del que dependemos hoy es ineficiente y causa miles de retrasos de vuelos evitables”, aseguró Shannon Gilson, vocera de la empresa, en un comunicado.