La industria publicitaria chilena se encuentra en un punto de inflexión. La adopción del sistema Cross-Media de Kantar IBOPE Media marca el inicio de una nueva era en la medición de audiencias, con la promesa de capturar con mayor exactitud el consumo de contenidos en todas las pantallas y a lo largo de todo el territorio nacional. Este cambio, largamente esperado, reconoce la radical transformación en los hábitos de consumo de contenido, donde la televisión lineal convive con plataformas digitales y dispositivos móviles.
El nuevo modelo expande significativamente el universo de estudio, pasando de 8 a 16,6 millones de personas y abarcando las 16 regiones del país. Esto permitirá una medición más precisa y representativa del comportamiento de los espectadores. La transición a valores absolutos en las métricas (#), en lugar de porcentajes (%), también representa un avance clave para la planificación publicitaria y la toma de decisiones estratégicas.
En este contexto de renovación y optimismo, surgen dos preguntas cruciales, íntimamente ligadas: ¿cómo asegurar que esta mayor precisión en la medición se traduzca en un impulso para la creatividad, y cómo este nuevo sistema influirá en la relación, a menudo tensa, entre creatividad y medios?
La historia reciente nos ofrece un precedente inquietante. La irrupción de los medios digitales, con su vasto universo de datos y KPIs, no siempre ha sido un catalizador de una creatividad más audaz o significativa. La tentación de perseguir clics y visualizaciones efímeras ha eclipsado, en demasiadas ocasiones, la búsqueda de ideas trascendentes y conexiones emocionales genuinas.
¿Cómo evitar que el rating recargado derive en una acumulación de datos vacíos, replicando los vicios que a veces aquejan al ecosistema digital, y cómo lograr que este sistema sea un "habilitador y no una barrera" para la integración de creatividad y medios? La clave reside en recordar que la medición es una herramienta, no un fin en sí mismo. Su valor depende de cómo se utilice. Para convertir esta abundancia de información en una era dorada de la creatividad audiovisual chilena, y para fomentar una colaboración más estrecha y fructífera entre creatividad y medios, es fundamental:
- Fomentar la experimentación y la audacia: las métricas deben informar, no limitar. Es crucial permitir espacios para la innovación y la exploración de nuevas narrativas y formatos.
- Valorar la calidad por encima de la cantidad: un millón de visualizaciones superficiales no equivalen al impacto de un contenido que resuena profundamente con una audiencia comprometida.
- Empoderar a los creadores con insights, no con “golden rules”: los datos deben ser una fuente de inspiración y comprensión para los equipos creativos, no un manual restrictivo.
- Promover el diálogo entre métricas y creatividad: los estrategas de medios y los equipos creativos deben colaborar estrechamente, interpretando los datos para generar contenido más valioso, no solo más visto, y para construir estrategias de medios que amplifiquen el impacto de la creatividad.
La adopción del sistema Cross-Media es un paso adelante para la industria chilena, alineándola con estándares internacionales y ofreciendo nuevas oportunidades para anunciantes, agencias y medios. El desafío ahora es doble: utilizar esta mayor comprensión de la audiencia para impulsar una explosión de creatividad significativa, donde las historias conecten, inspiren y perduren, y para reconstruir el puente entre creatividad y medios, aprovechando el poder de los datos para potenciar la efectividad de las campañas.
