La Ley extraterritorial Fatca (por sus siglas en inglés, The Foreign Account Tax Compliance Act) es uno de los temas que deberían estar siendo abordados por las entidades financieras, puntualizó Lansing Gatrell, representante de Markit and Compliance Technologies International (CTI) -la única compañía que posee herramientas aprobadas por el IRS (Internal Revenue Service) para Fatca.
El ejecutivo, que estuvo de visita en Chile hace un par de semanas y participó del seminario Fatca– Dodd Frank, organizado por el DCV, considera que las instituciones financieras deberían tener el cumplimiento de Fatca dentro de sus prioridades.
Esto, porque pronostica que el intercambio de información con fines tributarios recién está comenzando: “Fatca es sólo el comienzo. En los próximos cinco años se uniformarán las leyes tributarias en el mundo”. Esto implicaría un modelo global, similar a los estándares OCDE, y además, la reciprocidad del intercambio de información.
Pero hoy Fatca plantea desafíos a las empresas: determinar qué se debe hacer para cumplir con la Ley y manejar bien el tiempo. Si bien el IRS ha pospuesto la fecha en que entra en vigencia Fatca “puede haber gente esperando que esto vuelva a ocurrir”.
“Lo importante es saber que los requerimientos son los mismos si el país firma o no un IGA (Intergovernmental Agreement) o el tipo que éste sea. “Algunas personas pueden necesitar claridad sobre esto. La actitud de la gente es muy pasiva y esa actitud nos preocupa. Lo hemos visto con Dodd-Frank, y muchos piensan que Fatca no va a llegar nunca. Pero el día en que llega, todos intentan entrar por la puerta a la vez”, advierte Gatrell.
Para el ejecutivo de Markit, otro de los desafíos será lidiar con los clientes que no estén de acuerdo con que la institución de la que han sido clientes durante años les pida información adicional.
El proceso no será barato
Con todo, enfatiza que lo único que saben es que este proceso no es barato y que su implementación va desde los seis meses a dos años: “Por ejemplo, los bancos multinacionales tendrán que invertir en su sistema tecnológico para que hablen entre sí. Esto no lo han hecho y lo van a tener que hacer. Para los bancos locales podría ser un poco más sencillo porque tienen un solo sistema”, explica.