En 2016 la firma hispana Ontier puso su bandera en Chile con una operación más bien discreta, pero en un mercado que consideraban “irrenunciable” en su estrategia de internacionalización. Casi una década después, hay un nuevo impulso y esta vez el mandato es crecer buscando alternativas inorgánicas (adquisiciones).
Recientemente absorbieron la firma tributaria Matthei Abogados, un equipo de 12 profesionales liderados por Roger y Roland Matthei, donde ambos se suman como socios en un área clave para su expansión.
“Nosotros entendemos las mesas de trabajo de nuestras oficinas como espacios de generación de negocios”.
Pero este movimiento, explica el socio director de la firma, Javier Edwards, no será el último, y antes de fin de mes esperan concretar una nueva adquisición. Justamente por estos días están afinando el cierre de un acuerdo, esta vez para sumar un equipo completo con foco en temas de ciberseguridad y protección de datos.
Edwards es el hombre a cargo de la jugada, quien se sumó hace un par de años al estudio para profundizar y consolidar la oficina. “(Este mandato) tiene que ver también con la maduración del proyecto de la prestación de servicios jurídicos y del modelo de negocios, que ya alcanza un nivel determinado de consolidación a nivel de grupo global… Ahora queremos poner el pie en el acelerador y Chile está en ese radar”, detalla.
El experto en temas financieros asegura que la oficina local es clave para la firma, no tanto por el tamaño de mercado, pero sí por su grado de sofisticación, y al mismo tiempo “porque si hay éxito aquí, hay éxito en el resto de los países de la región, es decir, es un modelo que se puede replicar en el resto de oficinas en América Latina”, precisa.
La apuesta, según Edwards, es posicionarse como un estudio de tamaño mediano que tenga las áreas requeridas “para competir en todas las operaciones y transacciones con los estudios más grandes y con los del mismo segmento, por lo tanto, queremos ser uno de los estudios de referencia del mercado”.
Hoy en el país cubren 11 áreas de práctica, entre ellas energía, minería, medioambiente, inmobiliario, libre competencia, mercado de capitales, financiamiento, contratación pública y arbitraje internacional.
Generación de negocios
Por otra parte, el plan también contempla impulsar un mayor intercambio de negocios entre Latinoamérica y Europa, donde la oficina sea un puente entre ambos continentes. Un ejemplo, dice, es buscar capitales no solo en términos de deuda, sino también otras fórmulas de financiamiento en el mercado de capitales europeo, particularmente para medianas empresas y emprendedores. “La entrada por España facilita mucho el proceso y en términos de costo también es más conveniente acceder, por ejemplo, a cotizar en bolsa… llegar a hacer algo semejante con Nueva York, Londres o Luxemburgo resulta hoy casi imposible”, comenta Edwards.
El foco en la generación de negocios entre continentes es lo que ha gatillado este nuevo impulso de Ontier a nivel global, donde está reforzando la operación en los países donde tiene presencia (13 oficinas) y extendiendo sus redes hacia Medio Oriente, con la apertura de una oficina en Arabia Saudita.
“Nosotros entendemos las mesas de trabajo de nuestras oficinas como espacios de generación de negocios y, no necesariamente en esa generación de negocios a lo mejor vamos a prestar asesoría legal, que es lo óptimo, pero sí podemos ser las puntas, los conectores. Ese también es el rol que hoy tenemos los abogados”, puntualiza.
Ciertamente, el nuevo orden mundial que se está configurando es un factor que los desafía. Edwards añade que precisamente en estos períodos de mayor inestabilidad, las oficinas legales tienen que generar fórmulas de prevención, protección y adaptación. “Una de las cosas más importantes para los abogados es que junto con conocer la normativa, hoy podemos desarrollar toda nuestra potencialidad en términos de innovación y creatividad para responder a una realidad cambiante y que no va a dejar de serlo”, concluye.