De cosmética a autos eléctricos: Ricardo Lessmann vuelve a emprender
A los 73 años y luego de dejar atrás su trabajo en Automotores Gildemeister y expirar su cláusula de no competencia, con sus hijos está emprendiendo de nuevo. Crearon un holding, del que se desprenden negocios que van desde motocicletas, autos eléctricos con estaciones de swap de batería y hasta cosméticos. En este último rubro, tomaron la representación de la coreana LG en esta industria y abrirán un local en Costanera Center, que también albergará la marca Coréana. “Uno tiene que ser artífice de lo que quiere hacer en los años que vienen”, dice Lessmann.
Por: Azucena González - foto: Verónica Ortíz
Publicado: Sábado 21 de diciembre de 2024 a las 21:00 hrs.

Rodeado de dos de sus tres hijos, Sebastián y Cristóbal Lessmann Meyer -quienes trabajan directamente con él-, aceptó conversar con DF MAS para, culminada su etapa en AG, revelar sus nuevos pasos empresariales.
“Estaba pactado dos años, desde 2021, y me quedé tres”, dice Lessmann, para quien, además, el 30 de septiembre de este año venció la cláusula de no competencia acordada, por lo que ahora puede emprender negocios en la misma industria.
Acuerdo con LG
Y ahora con LG retomaron, pues a través de Kotra -el símil de Prochile en Corea- les informaron que la compañía ahora sí estaba buscando un partner para Chile, cuenta Cristóbal. “En abril fuimos a Corea a presentar el plan de negocios para la marca y cerramos el acuerdo”, añade su hermano Sebastián.
Motocicletas
“Al final es en lo que hemos estado inmersos toda la vida. Los conozco desde 2006”, dice Cristóbal, quien detalla que ya tienen ocho modelos homologados -que van desde scooters, naked (urbanas), adventure (rally) y chopperas- y hace un mes llegaron los primeros embarques. ¿Las expectativas con este negocio? “Siempre en los negocios en los que estoy me gusta el diezmo: el 10% del mercado”, dice Ricardo Lessmann. En este negocio venderán a través de concesionarios, mientras en paralelo también tienen inscrita la marca Lessmann Motors Since 1930 que planean usar en algún momento.
Energía y swaps
“Juntarse después más de viejos es más difícil”, comenta Sebastián. La compañía se dedica a proveer a empresas, productos de merchandising y de consumo recurrente. Por ejemplo, en la industria automotriz, los accesorios. Esta firma está partiendo sus operaciones en Perú. Luego crearon Nova Product, concentrada en representación de marcas en la industria de jardinería, outdoor y herramientas. Por ejemplo, tienen la marca inglesa de linternas Nebo, o la de coolers Coleman o la finlandesa Fiskars para cuchillos y tijeras de poda.
¿Cómo es trabajar en familia? “No se habla de negocios el fin de semana. Esa es una regla”, responde Cristóbal. “El que habla se va de camote”, agrega Sebastián. “A Sebastián le sacamos el jugo como abogado, con los temas legales, contratos, fusión de empresas. Y Cristóbal tiene su fuerte en la parte comercial y todo su potencial con China, que es infinito”, agrega su padre.
Ex alumno del Colegio Alemán e ingeniero comercial de la Universidad de los Andes, Cristóbal Lessmann decidió muy tempranamente irse a China, país en el que vivió desde 2004 a 2015. “Cuando se fue a China me dijo: ‘no quiero tu plata ni ser empleado tuyo’. Dijo que se iba a trabajar y lo convencí de que valía la pena que estudiara chino”, recuerda con humor Ricardo Lessmann.
“Cuando estaba en los últimos años de universidad no me veía trabajando para una empresa. Quería tratar de hacer algo propio. Toda la vida vi a mi papá como empresario, emprendedor y eso es una guía y una referencia. Le dije al papá que me quería ir a China a ver oportunidades de negocios y él, muy hábilmente me dijo ‘ándate a estudiar chino’”.
Lo hizo, por dos años en la Universidad de Shanghái, siguiendo el consejo paterno, pues Ricardo Lessmann sabía que allá sólo una cúpula habla inglés y las generaciones más jóvenes, pero no el management medio alto, y que si iba a depender de un traductor para los negocios, no iba a llegar a nada.
Cristóbal aprendió bien, habla fluido y las reuniones son en chino, sin traductor. Ahí comenzó el desarrollo de los productos de merchandising y luego abrió la oficina de AG en Shanghái, quedándose a cargo de ella. A su regreso a Chile, arribó a Fortaleza, la división de las marcas chinas e indias de AG, hasta 2022, año en que regresó a los negocios familiares.
Su hermano Sebastián estudió en dos colegios, el Alemán y el San Benito -“no tenía la disciplina alemana, se avecinaban tiempos difíciles”, cuenta entre risas su padre-, tras lo cual decidió estudiar derecho en la Universidad de los Andes. Pero ya en tercer año -cuenta Sebastián- se dio cuenta de que no era lo suyo, si bien optó por terminar la carrera y trató de seguir con ingeniería comercial, pero como no le convalidaban nada, asumió su camino laboral y trabajó cinco años como abogado en el estudio de Rafael Gómez Balmaceda, viendo temas de quiebras y juicios arbitrales. “En 2012 no aguanté más. Estaba partiendo Nova Product hacía tres meses y me hice cargo de las ventas de canal tradicional”, cuenta. Más tarde, en 2017, hizo un MBA en la PUC.
Los hermanos cuentan que desde chicos, a los 14 años, su padre los llevaba a trabajar. “Los veranos no podían ser tan largos”, dice entre risas Sebastián, quien recuerda que a los 19 años vendía autos usados. “Es la educación alemana, así me educaron a mí y así los eduqué a ellos”, complementa su padre.
Los Lessmann tienen además otros negocios que van por un camino totalmente a aparte, administrados por la madre, Cecilia Meyer. Es Agrícola Millahue, campos lecheros en Osorno, que proveen a Prolesur. E Inversiones Millacán, que maneja propiedades.
Del pasado en Gildemeister ocurrió un cambio. La sociedad que se llamaba Inmobiliaria Automotores Gildemeister pasó a llamarse EXA, acrónimo de Ex Automotores, y es la sociedad que contiene activos inmobiliarios, como propiedades en Pudahuel donde funciona Hyundai. Y a su vez en EXA la familia Baumann se retiró de la sociedad, quedando la familia Puntous Gildemeister con cerca del 58% y los Lessmann con el 42,58%.
La historia de Ricardo Lessmann en el país comienza en realidad con su padre Eugenio Lessmann, un técnico mecánico oriundo de Múnich, Alemania, quien se vino a Chile a los 21 años, en 1929, mandado por la Mercedes Benz para trabajar en la firma que en ese entonces era el distribuidor en Chile, la firma Gutmann Maurer. Pero ocurrió que cuando arribó al país, el dueño de esa compañía había fallecido. Entonces Lessmann optó por quedarse en Chile en vez de regresar a su país natal y fundó su propio negocio, un taller automotriz que instaló en Marcoleta.
Ricardo Lessmann estudió en el colegio alemán, luego ingeniera comercial en la PUC, pero al fallecer su padre estando en segundo año de la universidad, tuvo que tomar las tiendas del taller. “Fueron años duros, trabajaba en el día y estudiaba en la noche, hasta sacar la carrera”. Ricardo Lessmann rememora que tras recibirse de ingeniero comercial, quería estudiar derecho, pero no pudo porque en esa época tenía que dar la PAA de nuevo.
Así es que tras recibirse de ingeniero continuó un tiempo con el taller, pero pronto tomó la decisión de que tenía que trabajar en su profesión, porque si no lo hacía, en tres años iba a estar desactualizado. Y entró a trabajar con el papá de un amigo, Hernán de Solminihac -el padre del exministro-, que tenía la distribución de Mazda, Ford y Pegaso y que vio en Lessmann la combinación de un ingeniero con experiencia en la industria mecánica.
Tras un año lo llamaron de Gildemeister, vinculada a la familia del mismo nombre y a los Baumann, que en esos años era una firma dedicada a la representación de maquinarias y no autos. Su llegada era para que desarrollara el negocio de camiones Dodge. Y buscando proveedores de chancadores para minería llegó a Hyundai Corp en Chile, y ahí conoció el modelo Pony. Era 1985, pero no tuvo acogida porque en Chile Hyundai tenía una oficina comercial sólo de enlace y la importación se hacía directo de Corea. La suerte cambió cuando vino un alto ejecutivo de Hyundai Motors de Corea, y se concreta una reunión en la que Lessmann les presentó un business plan en abril de 1986, en Seúl. “Llegué un día tarde, por el cambio de hora. Me equivoqué”, cuenta como anécdota Lessmann. Llegaron a acuerdo, pero los coreanos le pidieron que antes de firmar el contrato de distribución llegara a Chile y montara el negocio que había diseñado.
Ahí Lessmann también tuvo que sortear la reticencia de los dueños de Gildemeister, pues estaban orientados a la maquinaria. Lessmann, entonces, renunció, pero al fin llegaron a un acuerdo en que se creó la sociedad Automotores Gildemeister, dedicada al rubro, quedando en claro que los otros socios, con el 70% no estuvieran en la administración, que quedaba en manos de Lessmann, con el 30% de la propiedad. En octubre de 1986, en la Alameda, partieron con el primer punto de venta.
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