Enero intenso: Nueva Mayoría prepara su catarsis para intentar dejar atrás la derrota electoral
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Caras largas, rabia contenida, posturas forzadas y mucho, pero mucho, análisis al camino de un fracaso. Eso es lo que quedó en los estertores de la Nueva Mayoría tras la corta, pero intensa campaña presidencial que encabezó Alejandro Guillier en el balotaje, cuya personalidad, forma de trabajar y convicción de querer hacer un trabajo ciudadano dejando fuera a los partidos, nunca terminó de cuajar con los máximos dirigentes del oficialismo. Los últimos días de 2017, los timoneles tienen claro qué pasó, algunos lo admiten públicamente, otros prefieren cerrar el proceso mostrándose fieles al candidato que levantaron con estusiasmo, pero que se fue desinflando en el camino, arrastrando con él a todo el oficialismo. “No teníamos a nadie más” reconocen algunos y prefieren mirar hacia adelante. Pero todos harán sus balances en enero.
"La campaña demostró que la repolitización es un tema indispensable"
- ¿Cuáles son las actividades que el PPD programó para enero?
- El 6 de enero que es una directiva nacional ampliada compuesta por la mesa, la comisión política, la directiva nacional, expresidentes del partido, ministros actuales y algunos invitados relevantes.
- ¿Qué sentido tiene?
- Hacer una reflexión en dos ámbitos: uno, dónde se sitúa el PPD ante una nueva realidad sociológica de Chile, lo que implica políticas de alianza, miradas de futuro, etc. Y lo segundo es qué tenemos que reformar al interior del PPD para meternos en este mundo. Ese debate acerca de si estar más en un espacio de izquierda o más socialdemócrata.
- Ese debate es ideológico...
- Exactamente.
- Ese debate parte ahí, porque no se puede resolver en un día.
- Exacto. En ese debate se debe establecer cuáles son las preguntas que el PPD debe responder, cuáles son algunas líneas de respuesta. Y esto será el insumo para los consejos regionales en todo Chile, que es la etapa que viene después para llegar el día 20 al Consejo Nacional habiendo procesado eso colectivamente y en lo político podremos definir en qué estamos de acuerdo y en lo que no. Entonces, hay un piso que tenemos en común y lo otro resolvámoslo en las elecciones de abril.
- ¿La idea es que los candidatos a presidir el partido se identifiquen con algunas de las líneas propuestas? Ya sea socialdemocracia, progresismo o más izquierda.
- Exactamente. Porque no es el Consejo Nacional la instancia de acuerdo, sino que establece un mínimo –en lo que estamos todos de acuerdo- , pero en la línea política hay diferencias y eso es lo que le da sentido a la elección.
- ¿Se entenderá que la línea política por la que optará el partido será la del candidato vencedor?
- Exactamente, ese es el sentido.
- ¿Qué evaluación hace del proceso electoral del PPD, tanto parlamentario como presidencial?
- Primero, las razones de la pérdida de diputados son múltiples. Una, que buena parte de nuestros diputados no fueron a la reelección y no dejaron líderes que los sucedieran; segundo, los que fueron a la reelección muchos prácticamente no hicieron campaña o no habían desarrollado un trabajo territorial fuerte.
- Se dice que la Nueva Mayoría no supo leer el contexto político, ¿eso le ocurrió al PPD?
- La falta de lectura tiene que ver más con la campaña presidencial que tuvo dos complicaciones. Una, fue la expresión máxima de la despolitización. Ocurrió en el primer gobierno de la presidenta Bachelet, que era lejano de los partidos; en el segundo, fue la brutalidad de lejanía y Guillier lo profundiza. Y los que votamos por Guillier fuimos los que teníamos una convicción política; no se incorporó a nadie nuevo, no hubo un diseño político a diferencia de la derecha.
- ¿En esta campaña se reivindicó la política?, porque la campaña de Piñera lo fue eminentemente.
- Lo que mostró esta campaña es que la repolitización es indispensable, no es ideológica, pero sí es repolitización. La derecha hizo una campaña política; en la segunda vuelta Piñera tuvo la habilidad de incorporar explícitamente desde Kast a Kast, pasando por Ossandón. En el lado nuestro no hubo ningún gesto explícito de incorporar a Carolina Goic, a Lagos, ni a Beatriz Sánchez. Y buena parte de la mala lectura política, es que la gobernanza era una demanda.
- En este escenario, ¿cuáles son los desafíos para el PPD este año?
- Colocarnos de acuerdo en las reformas estructurales internas del tipo de partido que tenemos que construir y definir nuestra forma de ser oposición, que implica una segunda etapa de política de alianzas, que va a tener que ir siendo construida.
- ¿Entre los desafíos del PPD estará también levantar algún liderazgo presidencial?
- El primer desafío electoral son las municipales y de gobernadores, por lo tanto, los tiempos son más cortos y esa es la primera tarea. El liderazgo presidencial es un tema completamente abierto, pero sólo tenemos posibilidades de buscarlo en el Parlamento, porque figuras de un mundo distinto no teniendo gobierno es muy difícil.
"Es fundamental dotar de contenido al diálogo del progresismo"
- Este mes harán un pleno del comité central, ¿qué espera de esa cita?
- Si bien es un encuentro regular conforme a nuestros estatutos, es evidente que no es un evento más, sino uno para evaluar resultados electorales y adoptar una línea de acción hacia el futuro.
- Debería irle bien pues tiene un buen resultado parlamentario que exhibir, ¿cuáles son los desafíos del PS hacia adelante más allá de intentar ser el articulador de la centroizquierda?
- Es cierto, el PS obtuvo un buen resultado parlamentario, pero en el marco de una coalición que perdió la elección presidencial. Seremos una oposición inteligente que defenderá los avances de estos años, especialmente en materia social. Y tenemos un desafío muy importante: trabajar, con los demás actores progresistas, en la conformación de un amplio bloque por los cambios. Por eso, promoveremos un diálogo amplio para crear espacios de convergencia para un trabajo conjunto. Para esto es fundamental que el Partido Socialista reafirme su identidad y desde ahí contribuya al entendimiento entre todos los actores del centro progresista y la izquierda, sin exclusiones.
- ¿Qué responsabilidad le atribuye a su partido en la presidencial? Se lo pregunto porque es uno de los temas que esperan se aborde en el pleno.
- Precisamente, en la reunión del 6 de enero iniciaremos el debate sobre las causas fundamentales de la derrota.
- ¿Entre los desafíos del PS tiene que estar la preparación de candidatos para las elecciones de los últimos años del próximo período, incluida la presidencial? El PS pasó de tener hasta cuatro eventuales candidatos presidenciales en 2015 a apoyar a un independiente.
- Hoy no es tiempo de candidaturas, sino del diálogo entre los actores progresistas para articular formas de entendimiento para un trabajo unitario. Ante la diversidad de actores y distintos niveles de voluntad de acuerdos creo que vamos a tener que ser muy creativos y respetuosos de esa diversidad. En síntesis, debemos trabajar por un acuerdo político, un acuerdo programático y un acuerdo electoral, sin descartar que algunos actores solo estén disponibles para sumarse parcialmente a estos esfuerzos. Pero en esto debemos ser categóricos, la dispersión y división del progresismo sólo favorece a los sectores conservadores que se oponen a los cambios.
- Se está debatiendo con quiénes deberá hacer alianza el PS. Algunos proponen al Frente Amplio como aliado, otros hablan de volver al eje histórico con la DC, ¿Esto implica un análisis más profundo de dónde se encuentra el PS ahora?
- Es fundamental el diálogo con todos los actores progresistas sin exclusiones de ninguna naturaleza. En el esfuerzo por construir esta mayoría por los cambios nadie sobra. Debemos ser muy respetuosos de los ritmos y voluntad de todos los actores progresistas para, paso a paso, generar las confianzas necesarias para el trabajo conjunto. También es fundamental dotar de contenido al diálogo del progresismo, es decir, debatir respecto del modelo de sociedad en el que creemos: una sociedad fundada en la cooperación y la solidaridad.
"Hay que saber pararse para los procesos electorales que vienen"
- La Democracia Cristiana tiene un Consejo Nacional el 8 de enero y una Junta Nacional los días 27 y 28, ¿cuál es el objetivo de esas actividades?
- Tienen el objetivo de seguir profundizando los análisis después de todo lo que nos ha pasado en noviembre y en diciembre, además de todos los hechos políticos que nos han afectado internamente. Después de eso vamos a tener el gran evento que es la Junta Nacional el 27 y 28 de enero.
- ¿Qué se pretende de la junta?
- Aprobar un cronograma para adelantar las elecciones de directiva nacional, se supone que en un proceso de tres o cuatro meses debería haber elecciones y definir y nombrar a la comisión congreso. Nuestra propuesta tiene tres objetivos: un congreso ideológico, programático y estructural. Ideológico, porque efectivamente en los últimos 20 años ha sido un partido muy cosista, pero que no es capaz de establecer qué es la Democracia Cristiana hoy.
- ¿A propósito del domicilio político de la DC?
- Eso es consecuencia de la gran definición político ideológica doctrinaria que debemos hacer. Lo otro tiene que ver con lo programático, porque tenemos que tener banderas de lucha que son, obviamente, nuevas. Y queremos hacer cambios para que funcione de verdad nuestra estructura, que a veces sentimos que es un poco "mentirosa".
- ¿Cuáles son sus expectativas respecto de la Junta Nacional?
- Estamos haciendo un principio de evaluación, hemos encargado un focus group y tenemos a un grupo de profesionales del partido que se especializan en hacer análisis electoral cualitativo y cuantitativo, que están haciendo un proceso. Esto va a ser un insumo para la Junta nacional, lo vamos a dar a conocer ahí para que sirva de material de debate. Yo aspiro a que sea una reunión que represente un punto de inflexión y que todo lo que hemos vivido, que es negativo en casi todos los aspectos –en lo fraternal, lo electoral, político, los aspectos que quieran medir son negativos-.
- ¿Cuáles son los desafíos de la DC?
- El primer desafío es reencontrarse y redefinirse. El que viene es saber con quiénes puedes seguir caminando un camino común y, más adelante, significa también en lo pragmático saber pararte para los procesos electorales que vienen, porque esta es una máquina que no para, no podemos quedarnos en puro pensar y en puro divagar.
- Son caminos paralelos.
- Sí, porque tenemos que ser pragmáticos también y ver que vienen elecciones de concejales, alcaldes, gobernadores regionales...Y eso va a obligar a hacer alianzas con alguien.
- ¿Y eso tiene que quedar definido ahora?
- No creo que sea tan fácil de definir. Yo creo que es un proceso que se inicia, porque además los otros partidos están todos en la misma situación.
- ¿Es viable llegar a acuerdos sin estar en una orgánica como una coalición?
- Es factible y en lo inmediato probablemente va a ser así, porque políticas de alianza no se van a poder definir, a mi juicio, tan rápido. Probablemente, todos vamos a partir con estos procesos internos para de ahí ser capaces de hacer una derivada más amplia.
- ¿A aunar miradas ayudaría que los Progresistas con Progreso se fueran?
- Si hay una fracción que está demasiado molesta, que incluso se siente representada por la otra coalición política tiene que sincerarse y tomar las definiciones que corresponden.
"Hay que reestructurarse, mejorar orgánicamente en los desafíos que vienen en lo electoral"
- ¿Cuáles son los desafíos que tiene el partido?
- El principal desafío es reestructurarse, mejorar orgánicamente en los desafíos que vienen en lo electoral, planificar con mucho tiempo las próximas elecciones municipales y de consejeros regionales. Y desde el punto de vista de las ideas tenemos que hacer una convención nacional durante el año 2018 para reestructurar nuestro pensamiento.
- ¿El reestructurar el pensamiento, tiene que ver con lo que ha pasado?
- O sea, todos los partidos tenemos la necesidad de actualizar nuestras propuestas programáticas y las respuestas que estamos dando hoy a los desafíos que los chilenos nos plantean. Por lo tanto, creo que es en ese contexto que deberíamos hacer la convención en 2018.
- ¿Si no hubieran sufrido una derrota presidencial, su partido –al igual que los demás de la Nueva Mayoríaestaría en este proceso?
- Cuando hay situaciones de derrota electoral es cuando más se tiene que hacer una evaluación de rectificación. Ahora, el caso nuestro es curioso, porque somos el partido que entre las elecciones municipales y parlamentarias hemos tenido los mejores resultados.
- En 2021 los partidos enfrentarán la primera elección de gobernadores regionales, ¿también tienen que prepararse para eso?
- Así es, tenemos que prepararnos para las elecciones municipales y de gobernadores regionales. Eso va a marcar un hito para lo que viene y ahí los partidos tenemos que asumir los desafíos, porque eso es muy relevante para la futura representación territorial que tengamos.
- Esa elección va a ser al final del gobierno de Piñera, ¿qué tan relevante puede ser para los partidos de la Nueva Mayoría ganarla?
- Es vital, porque cuando usted está en la oposición, el hecho de tener gobernadores regionales es también una expresión no sólo territorial, sino que política de población gobernada. Yo creo que ahí tenemos que empezar a trabajar desde ya, que como futura oposición debemos enfrentar esos desafíos en forma unitaria.
- También hablaba de modernizar la mirada de los partidos, ¿qué y cómo debiera modernizarse el PR?
- El Partido Radical ya ha comenzado a enfrentar sus desafíos. El desafío de agiornarnos es estar siguiendo las tendencias de punta: cómo mejoramos el recurso humano. Yo diría que nuestro esfuerzo tiene que estar centrado en la capacitación, en la formación del recurso humano y trabajar fuertemente en los desafíos que vienen, ya que cuando hubo un cambio que pasó del sistema binominal al proporcional, implica también prepararnos con recurso humano para eso.
- ¿Eso tiene que ver con que no se enfrentó de mejor manera en esos aspectos la presidencial y parlamentaria?
- Es que yo hablo por el partido, no puedo hablar por la campaña presidencial. El partido enfrentó esto adecuadamente, con una buena formación de recurso humano y nuestro desafío es mejorarlo y fortalecerlo.
"La DC ha perdido mucha votación en manos de la derecha, no porque esté con el PC"
- El PC tiene varias actividades políticas en enero, ¿cuál es su objetivo?
- La Fiesta de los Abrazos el primer fin de semana de enero es el momento de saludarnos, de reencontrarnos, de transmitirnos energía y de hacer, por la vía de distintos foros temáticos, un espacio de intercambio político con otras fuerzas políticas, pero también con otras fuerzas desde el punto de vista social. 2017 va a estar muy referenciado a lo que ha sido el tema político, que lo marca por cierto el triunfo de la derecha en la presidencia de la República o, dicho de otra forma, la derrota de la Nueva Mayoría.
- Después tiene el Comité Central el 13 y 14, ¿también se deberá hacer una evaluación política de los hechos electorales de 2017?
- Sin ninguna duda. Ese es el motivo más importante de esta reunión de Comité Central. Hay que hacerse cargo del cuadro político nuevo que se configura, tomar decisiones, ratificar decisiones. Nosotros, por ejemplo, hemos adelantado que obviamente seremos oposición al gobierno de la derecha, vamos a buscar una convocatoria de convergencia de máxima amplitud unitaria entre el centro y todas las expresiones de la izquierda.
- ¿Qué más van a analizar?
- El rol que le cabe al movimiento social en la defensa de las reformas conquistadas durante el gobierno de Bachelet y que son de beneficio de la inmensa mayoría. Contamos con un hecho que es importante: la derecha no tiene mayoría en ninguna de las dos cámaras en el Congreso y, por tanto, no tiene quórum para revocar por ley otra ley.
- Mucho se ha hablado de que la NM termina el 11 de marzo y algunos plantean que el PC podría hacer coalición con el FA; pero usted hablaba de acuerdos desde el centro hasta la izquierda, ¿cómo se compatibilizan esas dos miradas?
- Lo dijimos, somos partidarios de la más amplia convergencia, que no es una articulación orgánica, una convergencia desde el centro hasta todas las fuerzas de izquierda, porque ellos constituyen la mayoría de Chile. Y esa mayoría quiere cambios, quiere defender las reformas. Y la NM... yo creo que esto es como los matrimonios, para casarse se necesita la voluntad de dos y para separarse la de uno. Y entre las cosas que tenemos que apropiarnos es que las articulaciones de unidad suponen diversidad.
- Un sector de la DC ha hecho la evaluación de que no le fue bien en la NM y que la unidad con el PC no les favorece.
- Más vale hablar claramente: no tengo ganas, no me parece, prefiero perder a estar con los comunistas. Esa es otra cosa, cuestión que a mí me suena mucho a los años '60 y estamos en el siglo XXI. La DC ha perdido mucha votación en manos de la derecha no porque esté con el PC, sino por su propia gestión. En esta ocasión, sufrieron una gran pérdida parlamentaria, pero eso fue por opción, no por culpa de los demás partidos, nadie los obligó a hacer ese camino propio; fue sostenido por ellos y defendido incluso hasta el día de hoy.
- ¿Cómo evalúa la participación del PC en la NM?
- Desde el punto de vista programático tenemos el balance de que es obvio que este gobierno ha sido el que ha logrado más avances en lo que se refiere a cuestiones estructurales, democratizadoras, en comparación con todos los gobiernos posteriores al '89. Y desde el punto de vista político hay que mirar con sentido crítico y autocrítico.