Claudia Rivas Arenas
Las palabras con que el intendente de la Región de la Araucanía, Francisco Huenchumilla, logró captar la mirada de los medios e impactó a la ciudadanía, dándole una importancia estratégica a una eventual solución al conflicto con los pueblos originarios en la zona -que se arrastra por décadas-, tampoco dejaron indiferente al gobierno que ha optado por avalar la fórmula con que la autoridad regional pretende acercarse al mundo mapuche. De hecho, en Palacio se comenta que el ex ministro secretario general de la Presidencia “se ganó un punto” luego que, tras su visita a Celestino Córdova, el machi terminara con su huelga de hambre.
“Y si para conseguir la paz social tengo que recibir todas las críticas habidas y por haber, me quemaré a lo bonzo en la Plaza de Temuco, porque creo que el bien de la paz social es lo que necesitamos. Y a ustedes los llamo a eso”, fue la polémica frase con que Huenchumilla cerró su discurso ante un concurrido grupo de empresarios de la zona a los que invitó a participar de este esfuerzo, el pasado miércoles. Si bien sus palabras provocaron revuelo y pese a que, las primeras semanas de su gestión, desde La Moneda intentaron frenar el entusiasmo con que la estaba realizando, lo cierto es ahora el gobierno habría optado por una estrategia diferente.
Contacto directo
Según se comenta, a partir de lo conseguido con Córdova, Huenchumilla “tiene una capacidad de maniobra que no tienen las demás autoridades regionales”. Se dice también que tiene relación directa con la Presidenta Michelle Bachelet y que por el momento cuenta con “todo el respaldo del gobierno”. Así se entienden las declaraciones que la semana pasada hizo el propio ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, quien no sólo le bajó el perfil a la polémica frase del intendente, sino que además avaló su postura, señalando que sus dichos demuestran “el ímpetu con que está trabajando nuestro intendente. Espero que no llegue a ese punto, eso sí”, aludiendo a que pudiera atentar contra su vida. Acto seguido, el brazo derecho de Bachelet, enfatizó que la autoridad regional “cuenta con todo nuestro apoyo y con la confianza del gobierno”.
De ahí que en Palacio aseguren que, por ahora al menos, Huenchumilla “está de ganador, impuso una agenda” y, por lo mismo, el gobierno “le está dando una cierta autonomía, que no tienen otros intendentes”. Aún cuando se reconoce que la suya “es una apuesta arriesgada”, también se percibe que “está logrando cosas”, por lo que se le va a dar apoyo para ver si esta agenda funciona.
Porque también existe conciencia de que enfrentar el conflicto mapuche con mayor seguridad no ha dado los resultados que esperaban quienes han impuesto ese tipo de medidas en La Araucanía.