El factor de la desigualdad sigue jugándole en contra a Chile en las mediciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Al presentar su nueva Estrategia de Empleo, la entidad reportó que la situación del mercado laboral local no se aleja del desempeño promedio de los 36 países que integran el bloque en términos de cantidad de empleo, pero sí se ubica entre los peores a la hora de medir la calidad de los ingresos "debido al reducido promedio de ingresos y a los elevados niveles de desigualdad", reza el documento.
Se destaca que a pesar de las mejoras que han registrado los ingresos reales en la última década, sus niveles siguen siendo bajos, "situándose en un tercio del promedio de la OCDE".
Llevado a números, el informe dice que Chile alcanzó en 2015 los US$ 6,6 en ingreso bruto por hora (ajustada por paridad de poder adquisitivo, PPA, y por desigualdad). El nivel contrasta con el promedio del bloque (US$ 16,6) y no distancia mucho de la nación de peor de desempeño, como es México con US$ 4,6.
"Este dato se puede achacar en parte a la escasa cualificación de los trabajadores y la elevada incidencia del empleo precario", dice el reporte.
El saldo menos favorable Chile lo presenta en la variable de subutilización de la fuerza de trabajo -quienes pueden trabajar y no lo hacen por alguna razón-, pues la tasa local de 33,2% supera al promedio OCDE de 27,2%.
La inseguridad del mercado laboral, que mide la pérdida monetaria esperada que se asocia al desempleo -como porcentaje de los ingresos previos-, alcanzó a 7,1% en 2016 en el medio local, es decir, por sobre el 4,9% promedio del organismo.
Para la entidad si bien el riesgo de desempleo en Chile es similar al de otros integrantes, estiman que el nivel del seguro de desempleo (cobertura y tasa de reemplazo) "es muy inferior al promedio de la OCDE".
"Ante unos niveles tan deficientes de protección social, muchos trabajadores podrían tener que aceptar trabajos precarios cuando no hay otros mejores disponibles", sostiene.
Sin embargo, destacan la resiliencia del mercado laboral chileno, ya que "el impacto de las crisis económicas en el desempleo es limitado", gracias a que muchos trabajadores se adaptan a otros rubros.
Los datos 2017 muestran que el promedio desempleo del bloque fue de 5,9%, mientras llegó a 7,1% en el mercado chileno; en tanto que la participación de la población activa (20-64 años) con trabajo fue de 72,1% y 69,1%, respectivamente.
Nueva estrategia en tiempos de automatización
En su actualización de recomendaciones, el organismo planteó tres principios para guiar la política pública: i) promover un ambiente en el que los empleos de alta calidad puedan florecer; ii) prevenir exclusiones y proteger a los individuos de los riesgos del mercado laboral; y iii) prepararse para los desafíos y oportunidades un rápidamente cambiante mercado laboral.
Así, la entidad reconoció algunos "cambios estructurales mayores" desde su última definición en la materia (2006), como "la peor crisis económica y financiera desde la Gran Depresión, una desigualdad de ingresos sin precedentes en muchos países, y una disrupción significativa ligada a los procesos tecnológicos, a la globalización y los cambios demográficos".
Con ello, el informe señala que la nueva estrategia "provee una guía a los encargados de formular políticas públicas de mercado laboral y en otras políticas que permitan a los trabajadores y las compañías aprovechar las oportunidades que son proveídas por las nuevas tecnologías y mercados, mientas les ayuda a hacer frente con los ajustes requeridos y asegurando que los frutos del crecimiento son ampliamente compartidos".
En su política, buscan reconocer la calidad del trabajo "en términos tanto de las condiciones salariales como no salariales" y poner a un mercado laboral inclusivo "en el centro de las prioridades".
Por ello, destaca que la resiliencia y la adaptabilidad "están ubicadas en el corazón de la nueva Estrategia laboral, ya que con una economía y un mercado laboral evolucionando rápidamente la política necesita fomentar el dinamismo económico y mirar hacia el futuro para permitir que los individuos
