El CEO de Volkswagen (VW), Martin Winterkorn, que durante una década catapultó a la firma al primer lugar en ventas globales, renunció ayer víctima del mayor escándalo en los 78 años de historia de la empresa.
"Volkswagen necesita un nuevo comienzo, también en términos de personal", dijo Winterkorn en un comunicado. "Con mi renuncia, estoy despejando el camino para este nuevo comienzo".
El movimiento pone fin a una dramática caída en desgracia que comenzó el viernes cuando se reveló que la empresa con sede en Wolfsburg, Alemania, equipó a sus vehículos diésel con un software que evadía los controles de contaminación del aire, mintiendo a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.
El ejecutivo, de 68 años, que el martes pidió disculpas y se presentó como el hombre que se ganaría de nuevo la confianza de los consumidores, no pudo finalmente aguantar la presión cuando el escándalo ha obligado a la firma a dotar una provisión de US$ 7.300 millones, ha traído pérdidas históricas en bolsa y un desprestigio a escala mundial.
Principales prioridades
El consejo de supervisión de la automotriz considerará posibles sucesores en su reunión del viernes. Medios alemanes ya han señalado algunos nombres que podrían sustituir a Winterkorn como CEO. Matthias Müller, actual jefe de la marca Porsche, conoce bien la compañía y, a sus 62 años, podría ser una figura de transición en tiempos revueltos. También suena Herbert Diess, que en julio se unió para hacerse cargo de la marca Volkswagen, procedente de su rival BMW.
La principal prioridad del nuevo director ejecutivo será llegar al fondo del plan destinado a engañar a reguladores y consumidores sobre las emisiones de los autos diésel.
Además, el talón de Aquiles de VW sigue siendo el mercado estadounidense. Antes de las revelaciones de la última semana, las ventas de la marca VW en EEUU ya se habían reducido, en contraste con el crecimiento del mercado global, cuando la firma alemana continúa retrasando la fabricación de vehículos utilitarios deportivos que atraigan a los consumidores en ese país.
Investigación criminal
El aislamiento de Volkswagen sigue aumentando a medida que los gobiernos europeos investigan las acciones y la industria automotriz de la región se distancia de la alemana.
Además de los procesos ya abiertos en EEUU, Italia, Francia y Corea del Sur, Volkswagen podría enfrentar una investigación criminal en Alemania cuando los fiscales locales investigan el esquema de fraude del fabricante de autos.
La fiscalía de Braunschweig abrió una "pre-investigación" motivada por las quejas que varios ciudadanos han presentado sobre el tema, dijeron los investigadores en un comunicado.
"La fiscalía está viendo el fraude agravado como el posible delito", aseguraron.
La eventual investigación judicial correría en paralelo a la abierta por el gobierno alemán, que creó el martes una comisión en el seno del Ministerio de Transportes para estudiar el caso. Según informó el titular de Transportes, Alexander Dobrint, responsables de esa comisión se encuentraban ya ayer en la sede central de la empresa en Wolfsburgo, cercana a Braunschweig.
Su objetivo es "mantener las primeras conversaciones y revisar documentación" para aclarar el escándalo, explicó Dobrindt, que señaló que Volkswagen les ha garantizado su total respaldo a las investigaciones.
Débil gobernanza
Tras el episodio, la agencia Fitch puso la calificación de la automotriz alemana en perspectiva negativa para un eventual recorte, argumentando que la decisión refleja "el daño para la reputación de las marcas del grupo" que supondrá el caso.
"Esta crisis es otra ilustración de la débil gobernanza empresarial de VW en comparación con otras empresas del sector", dijo Fitch.
alemania niega denuncias de que conocía irregularidades
El gobierno de la canciller alemana Angela Merkel negó las afirmaciones que le acusaban de conocer los intentos de VW para engañar a los reguladores estadounidenses antes de que el escándalo se hiciera público.
Las acusaciones del opositor Partido Verde "son erróneas", dijo el ministro de Transporte Alexander Dobrindt. "Al igual que todos nosotros, me enteré la semana pasada a través de los diarios".
El caso de Volkswagen supone una "inadecuada manipulación con el vehículo que está explícitamente prohibida en virtud de la normativa europea y alemana", agregó Dobrindt.