El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y diferentes grupos parlamentarios han celebrado hoy la decisión del BCE de comprar bonos de países con problemas que así lo soliciten, pero han advertido de que el nuevo programa no es la "panacea" ni la solución a la crisis de deuda en la eurozona.
"Saludo la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de lanzar un programa de compra de bonos soberanos bajo estricta condicionalidad. Esta valiente decisión es un gran paso hacia la resolución de la crisis de deuda y la recuperación de la estabilidad de la eurozona", señaló el socialdemócrata alemán en un comunicado.
No obstante, sostuvo que el programa "no debe ser tratado como la panacea" a todos los males y que su implementación debe ser acompañada por una "estrategia activa en pro del crecimiento y del empleo y con políticas fiscales sólidas y reformas estructurales".
En opinión de Schulz, un fracaso a la hora de solucionar los problemas económicos de la eurozona generará más pobreza y socavará la confianza de los ciudadanos en la UE.
Schulz coincidió con la afirmación del BCE de que el euro es irreversible.
Por su parte, la eurodiputada británica y presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Sharon Bowles, vió la decisión del BCE como "un paso en la dirección de la salvación del euro", pero recalcó que "las reformas deben continuar" porque la acción de la institución por sí sola "no es suficiente y no llega sin costos".