Las pérdidas del banco JP Morgan por las arriesgadas prácticas de algunos de sus ejecutivos con derivados financieros en Londres podrían ascender hasta US$ 9.000 millones, informó hoy el diario The New York Times.
El rotativo neoyorquino, que cita fuentes que pidieron el anonimato, señala también que cuando Jamie Dimon, el presidente y consejero delegado de esa entidad, la principal por activos en Estados Unidos, dijo en mayo pasado que las pérdidas por esas prácticas eran de US$ 2.000 millones, "también estimó que (esa cifra) se podía duplicar".
Esas prácticas las realizaban algunos directivos de la Chief Investment Office (CIO), la unidad de JPMorgan en Londres que se dedica a minimizar los riesgos del mercado y a invertir los excesos de fondos del banco, e inicialmente se dijo que ascendían a US$ 2.000 millones.
Los hechos que dan cuenta en la publicación hacen caer los títulos del banco en 3,13% a esta hora en Wall Street.
JP Morgan, agrega el Times, calculó en abril pasado a nivel interno que "asumiendo el peor caso, las pérdidas podrían situarse entre US$ 8.000 y US$ 9.000 millones".
Asimismo señala que el banco ya ha vendido la parte más volátil de esas posiciones, pero subraya que "los reguladores todavía no están seguros de cuán profundas podrían ser las pérdidas" y algunos esperan que finalmente sean de US$ 6.000 a US$ 7.000 millones.
El diario agrega que esta situación dará pie al debate sobre cuán estricta debe de ser la regulación de las grandes instituciones financieras y "si algunos de esos bancos gigantes están capitalizando su estatus de que como son demasiado grandes para caer, hacen negocios arriesgados".
JP Morgan dará a conocer sus resultados del segundo trimestre del año el próximo 13 de julio, con los que se conocerá la amplitud de esas pérdidas.
"Pese a esas pérdidas el banco dijo que espera unos resultados sólidos para el segundo trimestre", señala el diario neoyorquino, que recuerda que el entorno "nervioso" de los mercados y la debilidad de las economías socavan Wall Street.
Dimon declaró a mediados de junio ante el Comité Bancario del Senado, en donde se disculpó por esas pérdidas de US$ 2.000 millones en operaciones con derivados y señaló que la estrategia empleada "no fue cuidadosamente analizada".
El presidente y consejero delegado del banco reconoció que habían "decepcionado a mucha gente", y aseguró que la entidad no se iba a "tomar a la ligera estas pérdidas", pero insistió en que tenían que "ser puestas en perspectiva".
Además de esa investigación parlamentaria, la Oficina Federal de Investigación (FBI, por su sigla en inglés) de Estados Unidos también lleva a cabo sus pesquisas sobre las causas de esa pérdida millonaria en inversiones de derivados de alto riesgo.