Las bolsas de todo el mundo cayeron este martes, ya que la dudosa recuperación de China hace temer por el resto de la economía mundial. Wall Street no se salvó y también registró pérdidas. El S&P 500 se hundió un 1,2% después de que los datos mostraran una caída cada vez mayor en julio de la segunda mayor economía del mundo. El Promedio Industrial Dow Jones cayó un 1% y el compuesto Nasdaq perdió un 1,1%.
En Europa, los mercados también cerraron en rojo luego que Rusia adoptara una subida de tasas agresiva, para frenar la depreciación del rublo y combatir la inflación.
Al comenzar este año, se esperaba que la economía china creciera lo suficiente después de que el gobierno eliminara las restricciones anticovid para apuntalar una economía mundial debilitada por la elevada inflación.
No obstante, el banco central de China realizó inesperadamente el mayor recorte desde 2020 a una tasa de interés clave para impulsar una economía que enfrenta nuevos riesgos por una caída cada vez peor del sector inmobiliario y un gasto de consumo débil.
El Banco Popular de China redujo el martes la tasa de sus préstamos a un año, o instrumentos de crédito a mediano plazo, en 15 puntos básicos al 2,5%, el segundo recorte desde junio
La sorpresiva medida se produjo poco antes de la publicación de los decepcionantes datos de actividad económica de julio, que mostraron una caída en el gasto de los consumidores, la producción industrial y la inversión, y un aumento del desempleo.
La preocupación por las repercusiones en el resto de la economía mundial pesa sobre Wall Street, donde las bolsas ya han bajado en agosto. El retroceso se produce tras unos primeros siete meses del año que los críticos califican de exagerados.
En Estados Unidos, la economía ha resistido mejor de lo esperado a pesar de la subida de los tipos de interés.
Un informe publicado este martes mostró que el crecimiento de las ventas de los minoristas estadounidenses se aceleró en julio más de lo que esperaban los economistas.