Las normas de la UE sobre el plástico preocupan a los fabricantes y los ecologistas exigen más
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Las nuevas medidas para reducir los residuos de plástico en la Unión Europea han suscitado el rechazo de los defensores del medio ambiente, que afirman que no van lo suficientemente lejos, mientras que los fabricantes temen que las normas se adopten de forma diferente en todo el bloque.
En un esfuerzo por reducir la contaminación, la UE prohibió el sábado una serie de productos de plástico de un solo uso, como bombillas, platos, cubiertos y bastoncillos de algodón, y dijo que las botellas para beber deben contener más plástico reciclado.
La directiva, que también exige a los Estados miembros que reduzcan el consumo de ciertos artículos de un solo uso, entró en vigor en 2019, pero los Estados miembros tenían hasta el 3 de julio para convertirla en legislación nacional.
"El plástico de un solo uso es el símbolo de la sociedad actual de usar y tirar, y su eliminación gradual constituye un primer paso obvio para luchar contra la contaminación por plástico", dijo Frédérique Mongodin, de la ONG Seas At Risk. "Sin embargo, no podemos confiar en la sola voluntad política de los gobiernos nacionales".
Sólo ocho Estados miembros han informado a la Comisión Europea de las medidas puestas en marcha para transponer la directiva, según la base de datos de la Comisión. La mayoría ha adoptado "requisitos mínimos" o carece de algunas de las medidas requeridas, dijo Zero Waste Europe.
En otras, como Polonia y Bulgaria, la transposición de la directiva a la legislación nacional está todavía en curso o no ha comenzado.
Los fabricantes de plásticos también han criticado las nuevas normas, que, según ellos, corren el riesgo de fragmentar el mercado si algunos países se ciñen a la exigencia de la UE de un 30% de contenido reciclado en las botellas de plástico para beber de aquí a 2030 y otros optan por objetivos más ambiciosos.
El resultado podría ser que algunos fabricantes tuvieran que producir diferentes productos para diferentes países, lo que no sería económicamente viable, dijo una fuente de la industria.
En una declaración de la industria, Plastics Europe, que representa a los fabricantes, pidió a la Comisión que se asegurara de que las directrices no estuvieran abiertas a la interpretación para que los Estados miembros no acabaran adoptando normas diferentes.
Un portavoz de la Comisión dijo que ha estado "supervisando el proceso de transposición y proporcionará a los Estados miembros orientación y asistencia cuando sea necesario".