"Insuficientes". Así catalogan al interior del gremio Chilealimentos los cambios que introduce el proyecto de modernización tributaria sobre el denominado impuesto verde, un gravamen que, según el gremio, es "desproporcionado" e impacta de manera negativa en las utilidades del sector agroindustrial.
Desde 2017, el gremio ha sostenido una intensa agenda de reuniones con las antiguas autoridades y las actuales. ¿La razón? modificar "los efectos no deseados" en el sector del impuesto a las fuentes contaminantes fijas que quedó establecido en el artículo 8 de la reforma tributaria de 2014 de Michelle Bachelet.
Según la normativa actual, todas las fuentes fijas de emisión de material particulado (MP), óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxido de carbono (CO2) de fuentes productivas, cuyas calderas sumen una potencia térmica igual o mayor a 50 megavatios térmicos (Mwt), deberán realizar el primer pago del denominado impuesto verde. El monto a pagar varía, ya que el impuesto se calcula en base a una fórmula cuyo objetivo es reconocer el daño diferenciado generado por las emisiones.
Si bien al interior del gremio existía la "esperanza" de modificar este punto, según explicó Juan Manuel Mira, director de Chilealimentos, el nuevo proyecto tributario está lejos de solucionar el problema del sector.
"El nuevo diseño del impuesto verde continúa ignorando las particularidades del sector agroindustrial, especialmente su carácter verde derivado de su capacidad de captación de CO2 por su vinculación al procesamiento de frutales y hortalizas. Mientras a la biomasa se le reconoce esta capacidad excluyéndola expresamente de la aplicación del impuesto, pero a la agroindustria no se aplica la misma vara y permanece gravada y recibiendo un tratamiento similar al de las termoeléctricas", criticó Mira.
En esa línea, el director del gremio lamentó que la iniciativa del gobierno no considerara las medidas de compensación que desarrolla actualmente la agroindustria por su estrecha vinculación a la actividad agrícola de cultivos y frutales.
Desde el gremio, agregan a través de una minuta que el proyecto de ley presentado propone mecanismos compensatorios que implican que los recursos que se puedan eventualmente rebajar por concepto de pago del impuesto verde deberán ser redireccionados a financiar proyectos de reducción de emisiones de CO2, neutralizándose con ello cualquier reducción en el pago.
Pese a eso, desde el gremio valoran algunas de las modificaciones de la iniciativa, como la incorporación de las fundiciones al pago de este gravamen.
"Nosotros vemos que esta modificación de impuestos está un poco mejor diseñada que la anterior respecto de que ya no deja fuera a las fundiciones, cosa que a nosotros nos parecía tirado de las mechas. Si miro el proyecto con ojos de ambientalista, el proyecto tiene avances en general, efectivamente tiene avances, pero para nuestro sector no tiene avances", agregó Mira.
Según precisó el director del gremio, en las próximas semanas continuarán sosteniendo reuniones con parlamentarios y autoridades a fin de lograr alguna modificación en esta materia durante la tramitación legislativa del proyecto.
"En otros países la agroindustria es un sector estratégico y se le incentiva, ojalá logremos transmitir eso acá", agregó.