El gerente de asuntos públicos de Imaginacción, Moisés Valenzuela, admite que es difícil hacer un balance de la Ley del Lobby -a tres meses de su entrada en vigencia- no obstante tiene claro en qué aspectos la norma es perfectible para evitar la práctica de lobby informal, para lo cual ya se ha reunido con autoridades de gobierno para expresar esta preocupación. Además de dejar en claro que "nos hubiera gustado el registro obligatorio, eso permite formalizar lo que más podamos el lobby".
-¿Quiénes hacen lobby informal?
-No nos corresponde decir esta empresa o persona. Creemos que aquel que se registra y está dispuesto a dar la cara debiera tener un tratamiento distinto al momento de seguir con los registros, es decir, basta con que se registren en forma voluntaria y no cada vez que se solicita una audiencia. Por ejemplo, si limitan todo espacio de conversación en el Congreso a las empresas que representan intereses, me pregunto si eso significa que no va a ocurrir esa conversación en otro lado, o que los que representan un interés no lo van a representar de otra manera. No lo sé, pero al menos quiero minimizarlo. Prefiero que ese lobby o gestión de interés se haga en un lugar público, transparente y regulado por la ley; por lo tanto tengo que favorecer que la ley se aplique. El lobby informal es muy negativo para la democracia, para el país, por cómo se influye en quienes toman decisiones.
-¿Ese lobby informal se puede regular a partir de un registro?
-El registro es voluntario. Lo que uno tiene que decir es cómo incentivo para que ese registro voluntario se haga, cómo lo facilitamos y hacemos con más eficiencia. Se pueden establecer formularios de común acuerdo; facilitar que los que están registrados y han declarado que gestionan intereses puedan asistir a todas las audiencias públicas o a las comisiones, a no ser sea una sesión reservada. Es decir cómo favorecemos que exista el lobby formal y a su vez cómo el Estado de alguna manera busca los mecanismos para castigar duramente a quienes representan intereses y no los declaran.
-¿Qué interés hay detrás de aquellos que no se reconocen lobistas o gestores de interés?
-Primero hay un factor cultural, el lobby no estaba regulado, por lo tanto existía una sensación de que representar un interés era algo negativo, cuestión que es absurda. Lo que tiene una carga negativa es hacer algo de mala manera o de manera escondida. Algunas personas también pueden creer que si disfrazan un interés por uno de bien común o de otro tipo pueden lograr mejor información o influir de mejor manera, o simplemente quieren ocultarlo por alguna razón de carácter estratégico comercial. Lo claro y categórico es que la existencia del lobby informal lo único que le hace al país es perjudicarlo.
-Por ejemplo...
-El país en 2015 va a enfrentar una situación económica que no es de las mejores. Creo que hay un interés del país de ver cómo ayudamos a destrabar la agenda de proyectos y la mejor manera es que quienes van a tomar las decisiones puedan ver quiénes tienen los proyectos, si cumplen con la legislación y si lo hacen ver cómo se encausan para que esos proyectos se puedan desarrollar.
-¿Dice que en 2015 las empresas de lobby serán clave para reimpulsar la economía?
-No sé si clave, pero pueden ayudar a potenciar el desarrollo de proyectos que cumpliendo con la legislación vigente no se han podido desarrollar por distintas razones. Creo que la intermediación, poder ayudar a las autoridades, a los tomadores de decisión para avanzar es muy útil y necesario.
-¿El mail entre el diputado Silva y el controlador de Penta, Carlos Eugenio Lavín, podría ser entendido como lobby informal?
-No, lo que hay ahí es la gestión o planteamiento que puede hacer una persona en forma directa. Es un tema que tiene que verse en sí mismo. Lo que no puede ocurrir y debe regularse es cuando es una empresa, un grupo, una asociación gremial o lo que fuere quiere manifestar un interés que le es particular a una autoridad pública. No necesariamente lo tienen que hacer a través de una empresa de lobby, lo puede hacer de forma directa y hay empresas que lo hacen. Tengo la impresión que las sociedades democráticamente más desarrolladas han avanzado a que todo el lobby o gestión de intereses se haga a través de empresas especializadas y profesionales. Un ejemplo: si estás resfriado, te puedo decir tómate un antigripal y se te quita, pero siempre será mejor ver al doctor.
"A lo mejor hay cosas que pueden quedar excepcionadas porque tienen alguna justificación"
-¿Cómo ve el proyecto del gobierno para excepctuar de la ley la norma al cuerpo diplomático?
-Siempre hemos sido respetuosos y muy responsables. La ley vigente es la que está y hay que cumplirla. Si el Ejecutivo ha tomado la decisión de enmendar esta ley lo único que nos cabe es contribuir a esa eventual nueva legislación, si nos solicitan aportes desde la experiencia que hemos tenido, lo haremos encantados porque lo que nos importa es que la legislación que exista en Chile sobre el lobby sea lo más expansiva y regulatoria posible, que facilite que esta actividad se realice de manera formal y que castigue con dureza el lobby informal, porque es un cáncer para toda sociedad democrática.
-¿Pero si esperan una ley expansiva, por qué excluir a determinados sujetos de lobby?
-Cuando se tramitó el proyecto de Ley de Lobby, se nos invitó y nuestros abogados hicieron un planteamiento. No somos tan rígidos en uno u otro sentido, a lo mejor hay cosas que pueden eventualmente quedar excepcionadas porque tienen alguna justificación para ello, eso se discutirá en su mérito, pero la que rige la actividad del lobby nos gusta que sea lo más regulatoria y transparente posible.