La cadena de tiendas Muebles Sur SpA -ligada al empresario Christián Vidal- solicitó la apertura de un proceso de reorganización judicial y así evitar su quiebra. Sus pasivos superan los $ 2.680 millones y sus principales acreedores son el Banco Internacional, Rentas Los Trapenses y Parque Arauco.
“Se tiene plena convicción en la viabilidad futura de Muebles Sur SpA, apoyados en su trayectoria, experiencia, reconocimiento de marca y capacidad de adaptación a los desafíos del entorno económico. La empresa cuenta con 75 años de historia y una marca muy reconocida, atributos que sin duda contribuirán a su recuperación y fortalecimiento en el mercado”, dijo la sociedad en su presentación a la justicia, asesorada por el estudio Castañeda y Pino Abogados.
Fundada en octubre de 1950, la firma se ha dedicado desde sus inicios a la manufactura, venta e importación de muebles, sofás, sillones, sillas y diversos artículos para el hogar.
En 2017, se produjo el cambio de propiedad, luego de venir con malos resultados en los años anteriores, por lo que la nueva administración inició un plan para mejorar la situación de la compañía, lo cual -se aseguró- se logró a fines del año 2018.
“Así las cosas, la compañía quedó en buen pie para enfrentar un 2019 con crecimiento y rentabilidad, lo cual se mantuvo hasta 2022, último año que la empresa tuvo utilidades”, detalló a la justicia.
Actualmente, según información de la propia compañía, Muebles Sur dispone de cinco puntos de venta en Santiago de Chile, lo que representa 7.000 m2 de exhibición, más la venta online a través de su página web.
Las crisis
La empresa explicitó que su deterioro financiero reciente se debe a una combinación de factores que afectaron su operación y liquidez. En primer lugar, mencionó los altos gastos de inversión que tuvo que realizar durante 2023, derivados del “cambio necesario” de casa matriz, oficinas y bodega, lo que -dijo- significó una erogación importante de recursos.
Luego, se mencionó una reducción del acceso a financiamiento, como consecuencia de los resultados negativos del ejercicio 2023, afectando directamente la capacidad de importación de productos. “Esta situación impactó gravemente en el nivel de stock disponible para la venta”, precisó la compañía.
Como tercer factor, se apuntó a la crisis en el mercado inmobiliario. “Este sector impulsa fuertemente la demanda de mobiliario para el hogar, y su caída ha provocado una disminución en las ventas”, sostuvo la empresa.
La administración de la cadena también mencionó la desaceleración económica y la situación del país, lo que -se afirmó- ha afectado la disposición de los consumidores a adquirir bienes durables como muebles.
Por último, la sociedad mencionó el impacto del Covid-19, periodo en el cual la empresa destacó que se mantuvieron los pagos normalizados de sueldos y arriendos a pesar de la caída en los ingresos, generando -dijo- una importante pérdida de capital.
“Ante este escenario, la empresa ha iniciado un proceso de reestructuración, tanto en la optimización de su red de locales como en la redefinición de su plan comercial, con el objetivo de adaptarse a las nuevas condiciones del mercado y retomar una senda de crecimiento y estabilidad financiera”, afirmó la compañía.