El presidente Xi Jinping aprovechará su visita de Estado a Moscú esta semana para mostrar sus estrechos vínculos con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y aprovechar la guerra comercial para aislar a Washington.
Durante su viaje de cuatro días, que comienza el miércoles, Xi mantendrá su primera reunión en persona con el presidente Putin desde que Donald Trump impuso los aranceles más altos de Estados Unidos en un siglo. También asistirá a un desfile en la Plaza Roja para conmemorar el aniversario número 80 de la victoria de Moscú y sus aliados sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, lo que indica que el reciente deshielo entre Estados Unidos y Rusia no ha afectado las buenas relaciones entre Beijing y Moscú.
La reestructuración de las políticas comerciales y de defensa estadounidenses por parte del presidente Trump ha afectado las relaciones con aliados desde Europa hasta Japón, y ha alejado a su administración de instituciones globales como las Naciones Unidas. Estos estragos han influido en la misión de China de contrarrestar el orden mundial liderado por Estados Unidos, una tarea en la que se unió a Rusia cuando el entonces presidente Joe Biden convocó a sus aliados para contener el poder militar de ambas naciones, especialmente tras la invasión de Ucrania por Putin en febrero de 2022.
"La clave de la agenda es qué tipo de oportunidades existen y cómo coordinar las acciones de Rusia y China para aprovechar estos cuatro años para desmantelar la hegemonía estadounidense", declaró Alexander Gabuev, director del Centro Carnegie Rusia Eurasia. Ambos querrán "ayudar a Trump a destruir la supremacía estadounidense y alcanzar un orden mundial multipolar donde Rusia y China puedan prosperar".
Hasta el momento, la estrategia de China ha consistido en cortejar a países desde la Unión Europea hasta Latinoamérica, en un intento por encontrar nuevos mercados para las exportaciones afectadas por el arancel de 145% impuesto por Trump a la segunda mayor economía del mundo.
Mientras Trump promueve una política exterior de "América Primero" para afirmar su dominio global, Beijing se ha presentado como la superpotencia más estable mediante una serie de videos de propaganda y contactos diplomáticos con naciones sorprendidas por las acciones estadounidenses.
Sin embargo, las imágenes de Xi admirando el poder militar de Putin semanas después de que las fuerzas rusas bombardearan parques infantiles ucranianos, y mientras Moscú se resiste a las propuestas estadounidenses de un acuerdo de paz en Ucrania, intensificarán la preocupación de algunos países sobre un acercamiento a Beijing. Los funcionarios europeos se oponen firmemente al apoyo de China a Rusia a pesar de su guerra en Ucrania, mientras que países asiáticos, desde Japón hasta Vietnam, desconfían de las propias ambiciones territoriales de Beijing.