El mercadop japonés no pudo sacar ningún
provecho de las bruscas bajadas en el precio del petróleo. El contexto no era
el más propicio, en medio de la enésima situación de incertidumbre política en
Japón, creada por la dimisión del primer ministro. Los valores energéticos
lideraron una caída del 1,75% en el Nikkei, que baja a mínimos de cinco meses.
La Bolsa de Tokio volvió a sufrir un serio revés en sus
intentos por recuperar parte del terreno perdido en los últimos meses. En el
día de hoy contó, además, con factores propios para reforzar las dudas de los
inversores.
Como ha venido siendo habitual en los últimos años, el
fantasma de la incertidumbre política regresa a Japón. El primer ministro,
Yasuo Fukuda, confirmó ayer su dimisión al frente del Gobierno, lo que supone
la segunda renuncia al cargo en menos de un año.
La dimisión de Fukuda vuelve a abrir ahora las quinielas
sobre los posibles candidatos a su sucesión al frente del Ejecutivo. Entre los
favoritos destaca Taro Aso, de 67 años y ex ministro de Relaciones Exteriores.
La inestabilidad en el ámbito político empañó la jornada en la
Bolsa de Tokio. Con este panorama, la drástica corrección en el precio del
petróleo no sirvió más que para acelerar las caídas entre los valores
vinculados a las commodities.
Al frente de las caídas del índice Nikkei destacó la petrolera Inpex,
con un 6,65% de bajada. Sin abandonar el sector de las materias primas, las
mineras Toho Zinc y Nippon Mingin perdieron más de un 6% y un 5%,
respectivamente. Las petroleras Nippon Oil y Showa Shell se dejaron más de un
4%.
En el resto de bolsas asiáticas las empresas de materias
primas se convirtieron también en los valores más penalizados de la jornada,
que tuvo un carácter bastante más favorable que el registrado en la Bolsa de
Tokio. Las variaciones fueron mínimas en plazas como Seúl , Hong Kong y
Singapur.
En el capítulo negativo destacó Korea Development Bank. La
entidad coreana respondió a la baja a la confirmación de las conversaciones con
Lehman Brothers para tomar posiciones en el capital del banco de inversión
estadounidense, especialmente afectado por los efectos de la crisis crediticia.