El economista Richard E. Baldwin prepara su aterrizaje en Chile, pero sin descuidar lo que ocurre en el mundo. En un año que ha estado marcado por los anuncios arancelarios del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el doctor en economía del MIT y experto en comercio internacional visita Santiago de la mano de Moneda Patria Investments como invitado a su XXI seminario anual “Latam: Embracing Opportunities”.
El evento reunirá el próximo martes 12 de agosto en el Hotel W al viceministro de Economía de Argentina, José Luis Daza; al académico de UCLA, Sebastián Edwards, y a los candidatos presidenciales José Antonio Kast, Jeannette Jara y Evelyn Matthei.
Baldwin visita Sanhattan en un momento en que cree que “todo este caos se ha calmado”.
“En cierto modo, sabemos dónde hemos aterrizado, que los aranceles que vimos la semana pasada y los que veremos esta semana se mantendrán estables”, explicó en conversación con DF.
A juicio del académico del International Institute for Management Development (IMD), “Trump seguirá torturando a los países pequeños en diversos aspectos, le encanta hacerlo. Pero, en general, el sistema comercial ha sufrido un shock. Ahora sabemos cómo es y podemos adaptarnos a él. Así que creo que, curiosamente, es algo esperanzador. Al menos, sabemos más o menos a qué nos enfrentamos ahora”.
“Trump se ha dado cuenta de que sus aranceles en realidad perjudican a su base”.
- ¿En qué pie queda el comercio internacional?
- Cambió mucho, pero ahora se ha calmado. Cuando Trump fue reelegido, todo el mundo sabía que iba a ser más proteccionista, porque le encantan los aranceles.
Lo hizo en su primer mandato, pero nunca hizo nada increíblemente radical. Impuso aranceles a China, impuso aranceles al acero. Son cosas que han hecho muchos países. Y lo dijo muy abiertamente y habló de cosas de forma extraña, pero la mayoría de la gente lo ignoró en ese momento.
- Y llegó el 2 de abril...
- El 2 de abril fue realmente un gran shock para el sistema comercial mundial. La forma errática en que se elaboraban y modificaban las políticas, parecía que Estados Unidos empezaba a funcionar como una república bananera, por así decirlo, y eso conmocionó a la gente.
Rompió todas las promesas que Estados Unidos había hecho a cualquiera en materia de comercio.
Tanto el mercado de bonos como el mercado de valores y el dólar cayeron. Normalmente, estas cosas no caen al mismo tiempo, pero lo hicieron. Y fue tan grave que, tras solo siete días, tuvo que dar marcha atrás. Así que pasó a aplicar un arancel del 10%, con aranceles más altos para China.
“Los líderes mundiales inteligentes han comprendido cómo es él (...) están haciendo cosas que no parecen normales para un diplomático europeo. Eso es sensato, no una vergüenza”.
“No es un desastre”
Ahora bien, Baldwin destaca que los aranceles del 10% de Estados Unidos contra todos los demás países del mundo “no suponen la destrucción del sistema comercial mundial. Es malo, no es bueno, pero Estados Unidos sólo representa alrededor del 15 % del comercio mundial”.
De todas formas, recalca que es el “mayor cambio histórico en la política comercial mundial de los últimos 60 años, como mínimo. Por lo tanto, es algo importante, pero no es un desastre para el sistema comercial mundial, porque lo que creo que es realmente importante decir es que el resto del mundo sigue creyendo en el sistema comercial basado en las normas mundiales, y no están siguiendo a Estados Unidos (...)”.
En esa lógica, el académico subraya que “todo el mundo está respetando las reglas, excepto Estados Unidos. Por lo tanto, creo que, en general, el sistema comercial es sólido. Ha tenido problemas, pero sobrevivirá”.
Y, de hecho, opina que “la situación se ha calmado hasta tal punto que Trump se ha dado cuenta de que sus aranceles, que él consideraba una especie de superpoder, en realidad perjudican a su base al aumentar los precios. Y quiere imponer esos aranceles, pero no quiere perjudicar a su base. Por lo tanto, ha dado marcha atrás en ciertas cosas”.
“No hay duda de que China será la mayor economía del mundo, probablemente. Sin duda, será al menos tan influyente como Estados Unidos. Es probable que India también se convierta en una de las economías más importantes del mundo”.
Desde su perspectiva, “el sistema ha esquivado la bala. El resto del mundo está más o menos manteniendo el sistema comercial mundial, y dado que eso supone el 85% del comercio mundial, funciona bien”.
- ¿A qué cree que está jugando Donald Trump?
- Él tiene la profunda convicción de que Estados Unidos es víctima de una política comercial, y es algo que lleva pensando desde hace mucho tiempo. Por eso, creo que ve lo que está haciendo como una especie de venganza o represalia, como una forma de devolver el golpe por todas las cosas terribles que los extranjeros le han hecho a Estados Unidos en materia comercial. Y eso es lo que quiere conseguir con ello. Quiere que parezca que está contraatacando por las cosas terribles que los extranjeros han estado haciendo y, en el proceso, defendiendo a la clase media estadounidense. Y eso es lo principal, tiene que parecer fuerte.
- Ha habido críticas a los líderes del mundo, como por ejemplo de la Unión Europea, por ceder ante la presión de Trump. ¿Cuál es su opinión respecto a esto?
- No se puede pensar que Trump actúa como un líder normal. Él tiene la sensación de que Estados Unidos ha sido víctima del sistema comercial mundial. Lo cree profundamente y, como consecuencia, si se quiere complacer a Trump, hay que calmar su sensación de victimismo y hacerle sentir que está ganando. Necesita titulares felices.
Los líderes mundiales inteligentes han comprendido cómo es él. Y, como consecuencia, están haciendo cosas que no parecen normales para un diplomático europeo. Eso es sensato, no una vergüenza.
- ¿Cómo ve a la economía global?
- Estados Unidos es la mayor economía y el mayor importador. Esto ha llevado a que todo el mundo, desde el FMI hasta el Banco Mundial y los bancos centrales, prevén una desaceleración del crecimiento. Por lo tanto, sin duda es malo para el crecimiento, pero no es algo histórico. No se trata de otro Covid. No se trata de otra crisis financiera mundial.
- ¿Cómo ve al mundo en un horizonte de 10 años? ¿Quiénes serán los líderes?
- No hay duda de que China será la mayor economía del mundo, probablemente. Sin duda, será al menos tan influyente como Estados Unidos. Es probable que India también se convierta en una de las economías más importantes del mundo.
Estados Unidos declinará relativamente. China ascenderá relativamente. India también ascenderá relativamente. Pero también creo que el sistema será más diverso.
No me gusta mucho la palabra multipolar, pero si hay que decirlo, así es. Porque ahora hay muchas potencias regionales. Arabia Saudita, Turquía, quizá Irán y, con el tiempo, Indonesia. Hay un montón de países emergentes que tendrán economías muy grandes y empezarán a tener más importancia en el mundo. Lo que hemos visto, lo que está haciendo Trump, especialmente en materia de comercio, es bastante claro: ha dado un paso atrás en el liderazgo mundial, y creo que Estados Unidos en su conjunto está dando un paso atrás en el liderazgo mundial. Y, por lo tanto, dado que China no podrá asumir el mismo tipo de liderazgo, creo que nos dirigimos hacia un mundo en el que las potencias regionales serán más importantes.
“No depender de un país”
- Un país como Chile, ¿cómo puede protegerse frente a un entorno global como el que ha descrito?
- Es importante no depender demasiado de un solo país. Y, por supuesto, Chile tiene el problema de que China es un lugar muy atractivo. Pero creo que es importante equilibrar los mercados de Estados Unidos, Europa, Japón y China para sus exportaciones en la medida de lo posible. Eso es lo primero. Y, lo segundo, es que no creo que valga la pena renunciar todavía a Estados Unidos, porque muchas de las versiones extremas de lo que está sucediendo, como el arancel del 50% sobre el cobre, aunque al final no fue tan malo como podría haber sido para Chile, podrían revertirse. Aunque no creo que Estados Unidos vuelva a ser un defensor incondicional del sistema comercial mundial, creo que seguirá siendo un mercado importante y un socio importante para países como Chile. Así que China y Estados Unidos, pero manteniéndolos equilibrados.
- Chile se enfrenta a una elección presidencial a fin de año, ¿cuáles cree que serán los desafíos del próximo Gobierno?
- El gran reto será lidiar con Trump, y cómo cambia y evoluciona. Ha sido muy, muy disruptivo para todo el sistema comercial mundial. Y no me refiero a lo que hablamos al principio, sino a que el sistema comercial mundial se está reestructurando y reorientando de varias maneras. Así que, en la escena internacional, lidiar con Trump será muy importante.