“Lo mejor está llegando”, escribió en sus redes sociales Marcos Galperin, el fundador de la gigante del comercio electrónico Mercado Libre para presentar su anuncio. “Quiero compartir con ustedes una noticia que marca el comienzo de una nueva y emocionante etapa para Mercado Libre. Después de 26 años liderando la compañía como CEO, he tomado la decisión de transicionar a un nuevo rol como Executive Chairman (presidente ejecutivo), a partir del 1 de enero de 2026”.
A partir de ese día, será Ariel Szarfsztejn quien asuma el rol de CEO. “En los próximos meses trabajaremos juntos en una transición”, dijo Galperin.
El fundador de “MELI” aseguró que seguirá “muy involucrado” en la firma, con un enfoque puesto en “la estrategia, la evolución del producto, la cultura, decisiones de asignación de capital, algunos proyectos puntuales y en cómo continuaremos aplicando la inteligencia artificial para transformar nuestro negocio y nuestra empresa”.
Su reemplazo, Szarfsztejn, estudió en la Universidad de Buenos Aires e hizo un postgrado en Stanford. Desde 2017 que se desempeña en Mercado Libre: pasó por Estrategia y Nuevos Negocios, luego lideró el desarrollo de la red logística en toda América Latina y, durante los últimos tres años, dirigió el marketplace.
“Posee la capacidad, el liderazgo, la confianza del equipo y, fundamentalmente, la cultura necesaria para guiar a MELI por muchos años más”, sostuvo Galperin. “Este es un cambio generacional, y sé que Ari (sic), junto al talentoso equipo que me ha acompañado, tiene todo para asegurar que MELI siga creciendo fuertemente en las próximas décadas, continuando nuestra misión democratizadora del comercio electrónico y los servicios financieros en la región”.
La era Galperin
El fundador de Mercado Libre explicó que tomó la decisión después de años de evaluarla. "Cuando cumplí 30, pensé que tomaría este paso a los 40. Cuando llegué a los 40 pensé que sería a los 45. Cuando cumplí 50, pensé que era mejor no hacer más pronósticos", relató.
Y continuó: "Pero hace un par de años comprendí que era el momento de decidir, aplicando el mismo principio que ha guiado mis decisiones más difíciles desde que fundé MELI en 1999: priorizar siempre lo que es mejor para la compañía, más allá de mis sentimientos personales".
Aseguró estar lleno de orgullo de haber creado la compañía -cuya capitalización bursátil hoy supera los US$ 130 mil millones, siendo la más alta entre las empresas de América Latina- y repasó los hitos por los que pasó desde sus inicios: "Haber escrito su plan de negocios en la universidad, haber contratado un equipo formidable -que en muchos casos sigue a mi lado hasta hoy-, y junto a ellos, y muchos otros que se fueron sumando, haber hecho crecer esta empresa".
A eso, destacó "alcanzar la rentabilidad, hacer un IPO en el Nasdaq, sumar millones de usuarios, lanzar nuevos productos, adaptarnos a cambios tecnológicos, construir y desarrollar el mayor equipo de tecnología en América Latina, la mayor red logística de comercio electrónico, convertirnos en la empresa con mayor valuación de mercado de la región y, sobre todo, hacer realidad nuestro sueño: democratizar el comercio y las finanzas en América Latina, ayudando a cientos de millones de personas a vivir mejor".
Galperin afirmó seguir con "la misma energía y pasión que el primer día, luego de haber competido favorablemente contra algunas de las mayores empresas del mundo".
En esa línea, estimó que uno de los desafíos más importantes de MELI es asegurar una transición exitosa, lo que ha generado dificultades para otras firmas tecnológicas luego de la salida del CEO fundador. "Por eso preferí liderarlo con tiempo, en nuestros propios términos, y hacerlo con excelencia para poder seguir liderando en una industria de permanentes disrupciones y cambios, hiper competitiva y que no da ni se toma respiros".
Agregó que hoy la argentina pasa por uno de sus mejores momentos en esacala, crecimiento, rentabilidad, posicionamiento estratégico, financiero, tecnológico y de mercado: "Las oportunidades que tenemos por delante son prácticamente ilimitadas".
Con ello, lanzó: "Siempre me gustó hacer las cosas un poco distintas: pensar y actuar diferente. Y si bien fue una decisión muy difícil, la tomé porque estoy convencido de que esta transición es un paso fundamental para que MELI no solo siga siendo la empresa más dinámica e innovadora de América Latina, sino que se convierta en una organización que me trascienda a mí, a mi generación, y a muchas generaciones más. Sé que ser testigo de este proceso de consolidación y crecimiento será mi mayor orgullo".
Y cerró: "Por eso, créanme cuando les digo que lo mejor está llegando".