Casi una semana después de que la Reserva Federal de Estados Unidos anunciara una tercera ronda de alivio cuantitativo, el Banco de Japón (BOJ) decidió, ayer, ampliar su programa de compra de activos en 10 billones (millones de millones) de yenes
(US$ 127.650 millones), alcanzando los 80 billones de yenes, para inyectar liquidez a su sistema financiero.
La primera ampliación de este instrumento, creado en 2010, busca “asegurar el regreso de la economía de Japón a la senda de un crecimiento sostenible con estabilidad de precios”, aseguró el BOJ en un comunicado.
La iniciativa incluye un aumento de 5 billones de yenes (US$ 63.810 millones) en la compra de letras del Tesoro (T-Bills) para fines de 2013 y un incremento similar en la adquisición de bonos del gobierno nipón para la misma fecha.
La junta de política monetaria del BOJ también decidió mantener la tasa de interés en un nivel de entre cero y 0,1%, en el que se encuentra desde octubre de 2010 para impulsar la economía, según un comunicado emitido al término de su reunión mensual que duró dos días.
El programa de compra de activos del BOJ está dirigido a la adquisición de activos con fondos fiduciarios y valores vinculados a la renta variable, para expandir la liquidez en el mercado y reforzar la confianza de los inversionistas, en el marco de una política de flexibilización monetaria.
La tercera economía mundial ha registrado un crecimiento “relativamente alto” en la primera mitad de 2012 gracias a la demanda interna, como aseguró el BOJ. Pero advirtió que la recuperación de la actividad económica se encuentra en “pausa” debido a la desaceleración de las economías extranjeras.
La decisión del BOJ provocó la reacción de los mercados. El índice bursátil japonés, el Nikkei, avanzó 1,4%, la divisa se apreció frente al dólar, a 79 yenes por dólar, y las acciones de los mercados emergentes aumentaron por primera vez en tres días.