El Gobierno chino se comprometió a reducir entre un 40% y un 45
% la intensidad energética (emisión de dióxido de carbono por unidad de PIB) en
2020 con relación a los niveles de 2005.
Entre 2006 y 2010 se había comprometido a reducir esta
intensidad energética un 20% -unas 1.500 millones de toneladas de CO2-, por lo
que el nuevo compromiso, que llega 10 días antes de que se celebre la Cumbre de Copenhague,
supone doblar los esfuerzos del país más contaminante del mundo junto a EE.UU.
El Consejo de Estado (Ejecutivo) asegura en un comunicado a
través de la agencia oficial Xinhuaque el compromiso "es una acción
voluntaria del Gobierno chino, teniendo en cuenta sus actuales condiciones
nacionales" y lo calificó de "gran contribución a la lucha
internacional contra el cambio climático".
La intensidad energética es un concepto algo más vago que
una reducción concreta de emisiones, lo que permite al Gobierno chino un mayor
margen de maniobra, y aun con todo no está claro si Pekín logrará en 2010 ese
objetivo del 20 % que había prometido en su Plan Quinquenal.
El anuncio de China llega después de un año de
negociaciones, especialmente con EEUU, para que el país asiático asumiera mayores
compromisos en la lucha contra el cambio climático, pese a que, al ser un país
en desarrollo, no está obligada a reducir emisiones de acuerdo con el Protocolo
de Kioto.
El presidente chino, Hu Jintao, ya había adelantado en
septiembre que China iba a reducir su intensidad energética en la próxima
década "en un largo margen", aunque la cifra concreta había sido una
incógnita hasta hoy.