El traspié del inversionista que apostó al repunte de EEUU
John Paulson se hizo famoso por amasar una fortuna durante la crisis subprime con retornos de 590%.
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John Paulson se hizo un nombre en 2007 por las mejores transacciones de la historia. Ahora podría estar perdiendo parte de ese prestigio, temen algunos, por algunas de las peores apuestas.
En lo que va del año, Paulson & Co, el hedge fund fundado por Paulson en 1994, ha perdido un estimado de US$ 6 mil millones del dinero de sus inversionistas, y también del propio.Es una lección de humildad para un gestor que hace cuatro años desafió a los mercados con un asombroso retorno de 590% a través de complejas apuestas contra títulos de hipotecas subprime en EEUU.
Las últimas pérdidas de Paulson son el resultado de transacciones mucho menos esotéricas: apostó a una escala mucho mayor que nadie más a que la economía de EEUU estaba en camino de la recuperación.
La pregunta que Paulson ahora afronta, con una caída de casi 50% en su fondo insignia como resultado de esas apuestas, es si los inversionistas van a quedarse o lo abandonarán. Para cualquier otro administrador, a la luz de una caída tan fuerte, esa pregunta ni siquiera se haría.
Un veterano de muchos ciclos, Paulson pensaba que el colapso de 2008 era similar a los otros que había visto antes. Habría una abrupta caída, seguida por un repunte, y durante el camino, una gran cantidad de oportunidades para invertir en activos complicados.
Hasta este año, había tenido razón. Pero la amenaza de una doble zambullida en la recesión ahora amenaza derribar al emblemático inversionista estadounidense.
Documentos internos del año pasado muestran que Paulson se lanzó de lleno al comercio de acciones castigadas esperando anunciar retornos de tres dígitos que serían informados en 2012. Por ejemplo, el fondo de Paulson compró 40 millones de acciones del conglomerado del entretenimiento MGM esta primavera (boreal) por US$ 460 millones, y en privado le dijo a sus clientes que esperaba entregar una ganancia de 520% sobre la inversión.
“John es un analista de fundamentos, algo con lo que puedo identificarme” dijo Jim Murren, director ejecutivo de MGM, en ese entonces. “Él cree que Las Vegas se va a recuperar”. Pero no fue así. Hasta ahora, esa exposición le ha costado a Paulson & Co US$ 80 millones, que en realidad no está tan mal. Inversiones más grandes en Citigroup y Bank of America han tenido caídas aún peores.
Parte del problema es que en gran medida las inversiones de Paulson apostando a la recuperación se han indexado a los movimientos de la bolsa en EEUU. “La última vez que revisamos, estimamos que su beta (una medida de la correlación del mercado accionario) era de 1,4”, explica un inversionista. Un beta de cero implicaría que no hay ninguna correlación, y de 1, una correlación perfecta.
Paulson no ha hecho nada por ocultar su optimismo en la recuperación. A comienzos de año, la empresa le dijo a sus clientes que las carteras tenían una exposición larga neta al mercado de 80%. “Estamos muy emocionados por las perspectivas para nuestros fondos”, escribió en una actualización en enero.
“Cuando un gestor muestra un pobre desempeño, uno como inversionista debe preguntarse si fue la estrategia o la ejecución lo que falló”, dice un inversionista de hedge funds en defensa de Paulson. “No se puede culpar al gestor si se escogió la estrategia por una razón”.
Y en realidad, a pesar de las pérdidas sufridas en los últimos nueve meses, Paulson todavía confía en sus apuestas. A comienzos de agosto tenía una exposición larga neta de 50%.
El punto clave, dicen algunos internos de la empresa, es el timing. “Tenemos un horizonte de dos a tres años para nuestras inversiones”, dice uno, “la actual ola vendedora está sobredimensionada, el mercado está traspasando a precios una recesión que no existe”.
Aún así, la supervivencia de la compañía está siendo puesta a prueba y hay señales de que podría rendirse.
Según un inversionista, Paulson ha comenzado a usar grandes coberturas macro para tratar de protegerse de una mayor volatilidad del mercado. El problema de estas coberturas es que será incluso más caro para la empresa recuperar sus anteriores alturas. Ahora necesitaría un retorno de 90% para que su fondo insignia Advantage Plus vuelva a los niveles de comienzos de año.
“No sé cuántos años va a tardar, pero lo va a conseguir”, dice un inversionista.
Pero no todos le están dando tanta manga ancha. Los rescates de las inversiones ya están en niveles altos. Excluyendo las suscripciones del propio Paulson y su equipo, las salidas ya acumulan miles de millones de dólares.
“Estábamos preocupados por el gran tamaño y concentración de la cartera,” dijo un fondo de fondos que se retiró el año pasado.
“Recuerdo haber hablado con John sobre tener una posición de miles de millones de dólares en Bank of America. Le dije, no me importa que porcentaje de la compañía tienes, simplemente no puede mover miles de millones, y él me respondió: de qué estás hablando, es menos de un día de volumen de transacciones en BofA, no es la gran cosa”, dijo otro.
Para los que se quedaron -hay cerca de US$ 15 mil millones aún invertidos en la empresa- la fecha clave está cerca. Finales de octubre marca el plazo final para las solicitudes de rescate en los dos fondos insignia Advantage de la compañía. Si se retiran pueden detener las pérdidas, pero también se perderían cualquier ganancia ligada a un repunte.
De cualquier forma, una solicitud de rescate, destaca un inversionista, es como una opción “put” y los clientes podrían preferirla. Luego tendrían hasta el 31 de diciembre para arrepentirse si el panorama mejora. “Vremos ahora mayores rescates?” se pregunta un banquero estrechamente ligado a la firma. “Hay que creer que sí”.
En cualquier caso, el “peor escenario”, según el jefe de relaciones con inversionistas de Paulson, James Wong ´sería una salida total de no más de 25% de los activos.
Esa cifra sería alta, y seguro provocaría daños, pero no sería invalidante.
El propio Paulson dijo a sus inversionistas que ninguno de los fondos se cerraría y que se mantiene “100% comprometido” para manejar la compañía.