FT Español

La profunda división de Brasil y las maltrechas finanzas, los grandes retos de Lula

El estrecho margen de la victoria presidencial es una prueba de la fuerte resistencia del "Bolsonarismo".

Por: Financial Times. | Publicado: Lunes 31 de octubre de 2022 a las 14:00 hrs.
  • T+
  • T-
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, celebra su ajustada victoria. Sebastiao Moreira EFE
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, celebra su ajustada victoria. Sebastiao Moreira EFE

Compartir

Más que un regreso triunfante y arrasador, la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales del domingo se transformó en una noche de lento y tenso padecimiento. Su gobierno promete ser un trabajo aún más arduo.

Cuando habían pasado tres horas del recuento electrónico de las papeletas, ya estaba claro que no se repetiría el triunfo aplastante del que disfrutó Lula en 2002 y 2006. Esta vez, su victoria sobre la extrema derecha de Jair Bolsonaro la consiguió a duras penas. Solo 1,8 puntos porcentuales han separado a ambos candidatos.

Si no hubiera sido por una serie de meteduras de pata de Bolsonaro y sus seguidores en los últimos días de campaña, incluyendo un video de uno de sus aliados blandiendo una pistola por las calles de Sao Paulo persiguiendo a un hombre negro, la derecha nacionalista brasileña habría triunfado.

Líderes internacionales felicitan a Lula por su victoria a pesar de que Bolsonaro no reconoce aún su derrota

El resultado es una constatación de hasta qué punto ha cambiado Brasil, no solo en los cuatro años de mandato de Bolsonaro, apodado el "Trump tropical", sino en las dos últimas décadas. El increíble aumento de las iglesias evangélicas es un elemento; su rebaño incluye ahora a casi uno de cada tres brasileños.

El poder de los negocios agrícolas, que representan casi el 30% del producto interior bruto, es otro. Ambos son dos motores fuertes del conservadurismo social y del capitalismo de pequeños estados. Ninguno desaparecerá con el gobierno de Lula.

El ex sindicalista de izquierdas, de 77 años, necesitará reunir todas sus capacidades como conciliador para unir a una nación profundamente dividida. Su poco manejable coalición incluye figuras del centro derecha que fueron feroces oponentes antes de decidir que Lula era lo mejor dentro de lo peor.

Como dijo un banquero la semana pasada: "Elegiremos a Lula para frenar a Bolsonaro. Después, algún día de su gobierno, nos pasaremos a la oposición".

Matias Spektor, profesor de relaciones internacionales en la Fundación Getulio Vargas, afirma que Lula se enfrenta a grandes retos. "Fue elegido con la promesa de impulsar el gasto público, pero no podrá hacerlo" por falta de fondos. "Y no tendrá la mayoría en el congreso. Su coalición es ideológicamente amplia, y será un enorme reto mantenerla unida durante la legislación".

Como recordatorio de la fuerza del movimiento conservador de Brasil, Tarcísio Gomes de Freitas, ex ministro de infraestructuras de Bolsonaro, obtuvo una convincente victoria como gobernador de São Paulo, el mayor estado del país. Esto completa un triplete para los aliados de Bolsonaro, que ahora gobiernan los tres principales estados y es el partido con más representación en el senado y la cámara baja.

"Será un tiempo difícil para Lula a tenor de la consolidación de la extrema derecha en el congreso, y en el principal estado, Sao Paulo", afirma Monica de Bolle, miembro del Instituto Peterson de Economía Internacional en Washington. "Sus retos son descomunales".

Acciones brasileñas caen tras victoria de Lula, mientras Bolsonaro aún no reconoce resultados

El propio futuro de Bolsonaro no está claro y podría depender en gran parte de cómo responde al resultado del domingo. Si acepta el fracaso, volverá a la palestra para luchar por la elección presidencial en 2026.

Joe Biden y Emmanuel Macron han criticado a Bolsonaro por permitir que aumentara la deforestación del Amazonas. Enseguida felicitaron a Lula, que ha prometido una deforestación cero, aunque sin fecha, y nuevas medidas de protección de las tierras indígenas. Pero esta tarea también será más difícil que en los dos mandatos anteriores de Lula, cuando redujo la destrucción del Amazonas en dos tercios. Bolsonaro ha neutralizado las agencias responsables del bienestar medioambiental, reduciendo los presupuestos y nombrando aliados para dirigirlas. Los madereros, los compradores de tierras y los rancheros han sido incentivados durante su gobierno para hacerse con miles de hectáreas de terreno agrícola mientras los mineros ilegales han operado a escala industrial.

"La maquinaria del estado es un caos que necesitará reconstruirse", dice Miguel Corrêa do Lago, profesor brasileño de ciencias políticas en la Universidad de Columbia. "Ya hay un agujero negro fiscal por el programa de bienestar de Bolsonaro y Lula se enfrentará a una oposición organizada en el congreso. "En el lado positivo, el Amazonas será clave para él y una prioridad para su gobierno. Esto podría atraer mucho dinero a Brasil".

Lo más leído