El Ministerio de Economía de Rusia revisó
hoy a la baja las previsiones de crecimiento de la economía nacional
para este año, desde el -0,2% hasta -2,2%.
El viceministro de Economía, Andréi Klepach, explicó que ese
pronóstico negativo se debe a la caída en picada de las inversiones
extranjeras, que podrían disminuir este año un 14%.
Las previsiones del Gobierno ruso apuntan a final del año la
inflación rondará el 13%-14%, según informaron las agencias
rusas.
Klepach también destacó la caída de la producción industrial en
un 16% en enero, el mayor descenso mensual desde octubre
de 1994.
En concreto, la producción de automóviles descendió un 79,7% y la de calzado más de un 20%.
Con todo, el viceministro ruso señaló que la producción se
recuperará con el paso de los meses y caerá "sólo" un 7,4%
a finales de año.
Además, el ministerio sitúa el precio del barril de petróleo en
US$ 41.
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, afirmó hace unos días
que la situación del sistema financiero es compleja, pero
"controlable".
La economía rusa creció un 5,6% en 2008, el peor
resultado desde 1998 (cuando creció un 6,4%), y fue en
1999 cuando la economía rusa decreció un 4,9% debido a la suspensión
de pagos, que convirtió en papel mojado los ahorros de los rusos.
Durante los últimos ocho años la economía rusa ha crecido por
encima del 7% en 2000 (10%), 2001, 2002, 2003, 2004 y 2007
(8,1%), mientras que en 2005 creció un 6,4% y en 2006 un 6,8%.
El crecimiento negativo pone en entredicho las promesas del
Kremlin de duplicar el Producto Interior Bruto (PIB), objetivo para
el que es imprescindible que la economía crezca anualmente por
encima del 7%.
Rusia acuñó recientemente una estrategia de desarrollo con vistas
a 2020, según la cual dos de cada tres rusos deben pertenecer a la
clase media para entonces.
El presidente del Senado ruso, Serguéi Mirónov, aseguró
recientemente que en Rusia hay actualmente unos 45 millones de
pobres, de un total de 142 millones de habitantes.