Italia registró hoy un corte "sustancial" del gas
proveniente de Rusia, algo que por el momento no supone una gran preocupación
para las autoridades italianas, pues aseguran que el país cuenta con las
reservas necesarias para aguantar varias semanas sin suministro.
Las autoridades italianas han activado ya un plan que prevé
la potenciación de las importaciones de gas procedentes de países distintos a
Rusia, de donde actualmente Italia importa el 30 por ciento de su energía
gasística.
En una nota divulgada hoy por la energética italiana Eni,
una de las principales gasísticas del país, se asegura que desde la 01.00 hora
local de este miércoles (00.00 GMT) se ha registrado "una interrupción
sustancial del gas proveniente del gasoducto TAG".
"Afrontamos esta segunda crisis ruso-ucraniana en una
posición mucho mejor respecto a la precedente, aunque el suministro de Rusia
disminuya de un modo sustancial", aseguró hoy el consejero delegado de
Eni, Paolo Scaroni, en unas declaraciones a la radio pública italiana Rai.
"Por un lado hemos aumentado nuestra capacidad de
almacenaje y hoy podemos meter bajo tierra unos 14.000 millones de metros
cúbicos de gas para hacer frente al invierno y a estas emergencias", dijo
Scaroni, quien añadió que ya está listo el gasoducto que conecta Italia con las
fuentes energéticas libias.
En esta misma línea, el Ministerio italiano de Industria
aseguró, en un comunicado de prensa emitido el pasado martes, que la situación
no supone una "particular preocupación" para el país, "gracias a
los altísimos niveles de almacenaje y al consumo relativamente bajo".
El titular del Ministerio, Claudio Scajola, "ha firmado
el decreto que asegura el aumento del aprovisionamiento de otros países
suministradores, como Libia, Argelia, Noruega, Gran Bretaña y Holanda",
dice el comunicado.