El fútbol de elite se mide en millones y la final del Mundial de Clubes entre el Chelsea y PSG lo deja claro: el domingo saldrán a la cancha 2.500 millones de euros en valoración de jugadores, en lo que ya es la final más valiosa —y posiblemente más mediática— de la historia del torneo. Y es que el nuevo formato de la competición no solo ha elevado el nivel deportivo, sino también su impacto económico, lo que se refleja asimismo en los premios, pues repartirá el mayor pozo de su historia.
La plantilla del Chelsea está valorada en 1.270 millones de euros. El jugador más valorado es Cole Palmer, con un precio de mercado de 120 millones. Le siguen Moisés Caicedo, tasado en 90 millones, y Enzo Fernández, con 75 millones. Todos ellos forman parte de una nómina joven y millonaria, que refleja la enorme inversión del club en talento para competir al máximo nivel. Por su parte, el camarín del PSG está tasado en 1.120 millones de euros, con Ousmane Dembélé, Khvicha Kvaratskhelia y Désiré Doué, cada uno con un precio de mercado de 90 millones.
El club inglés supera así por estrecho margen al galo en plantilla, pero no sucede lo mismo en otras comparaciones, ya que el PSG aspira a convertirse este año en el primer equipo de la historia en alcanzar siete títulos en un solo año, superando los sextetes del Barça en 2009 y del Bayern en 2020. El Mundial de Clubes sería su cuarto trofeo de la temporada, pues lo sumaría a la Champions League, la Ligue 1, la Copa de Francia y la Champions League. Para lograr el histórico septuplete, aún le faltarían la Supercopa de Francia, la Supercopa de Europa ante el Tottenham y la Copa Intercontinental en diciembre.
En términos de ingresos, el PSG, una pieza clave en la estrategia global de Qatar, gana por goleada. Desde 2011, cuando Qatar Sports Investments tomó el control del club, ha pasado de ser un equipo histórico del fútbol francés a una superpotencia global. Factura 806 millones, cifra que solo superan a nivel mundial el Real Madrid y el Manchester City.
Su músculo comercial es el gran motor, con casi 400 millones por patrocinios. La clave está en sus acuerdos estratégicos con empresas de Qatar y en su atractivo para marcas globales como Nike, Jordan o Accor. Mientras que por transmisiones de televisión factura casi 245 millones de euros, según los datos de Deloitte, en un puzzle de negocio que se completa con el matchday (recaudación por ventas de entradas y otros ingresos asociados al estadio), con 170 millones de euros, según los datos de Deloitte.
Por su parte, el Chelsea es el décimo club en el ranking global europeo de facturación, gracias a una cifra de negocio de 545 millones de euros. El área comercial es la más relevante, con 253 millones de euros, seguido por la televisión, con 190 millones xe euros, en un marco en el que la Premier League es la reina en el negocio audiovisual. Por último, su matchday suma 93 millones de euros.
Todas estas cifras se verían beneficiadas por el Mundial, donde el PSG acumula un premio de 92 millones de euros y el Chelsea de 77 millones de euros.