Convención: Las definiciones de Juan José Martin, coordinador de la comisión de Medioambiente y Modelo Económico
El convencional sostiene que el modelo económico debe evolucionar a un estándar de respeto a los derechos humanos y de la naturaleza y que analiza crear la figura del bien natural inapropiable para el agua y el bosque nativo, entre otros temas.
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Uno de los coordinadores de la comisión Medioambiente y Modelo Económico de la Convención Constitucional es Juan José Martín (Independientes No Neutrales), quien a sus 25 años es uno de los constituyentes más jóven de la instancia que redacta la nueva Constitución. El activista medioambiental y cofundador de Cverde, organización juvenil por la sustentabilidad, entrega sus primeras definiciones de cara al trabajo de contenidos que realizará la comisión que encabeza junto a la otra coordinadora del grupo, Camila Zarate.
-¿En qué consiste la intención de avanzar hacia una ecoconstitución?
-Me gusta hablar más de la constitución ecocéntrica que nace en contraposición al antropocentrismo, que es el que dice que el ser humano es lo más importante y el centro de todo. Pero el ecocentrismo dice que el ser humano sí es importante, pero no es lo más ni lo único importante, es parte de los sistemas de la vida, de los ecosistemas y todo eso debe ser incorporado en el texto constitucional. Eso implica poner a la par los derechos humanos y los derechos de la naturaleza. Significa crear nueva institucionalidad ambiental de rango autónomo, mecanismos demográficos y de justicia ambiental y, por supuesto, que principios constitucionales en materia ambiental. También hablar desde los derechos humanos se puede relacionar también con el derecho a un medioambiente sano y ecológicamente equilibrado. Entonces es una batería de cosas que en conjunto conforman lo que uno llamaría una constitución ecológica o ecocéntrica.
-Respecto a los cambios al modelo económico ¿cómo van a enfrentar ese tema donde algunos están por perfeccionarlo y otros por cambiarlo?
-El modelo hay que evolucionarlo, los nuevos estándares de cualquier modelo económico en el mundo deben ser los derechos humanos y los derechos de la naturaleza. Solo cuando se cumplan esos estándares se puede desarrollar la economía. Y eso implica avanzar hacia economías diferente a la que tiene Chile que es extractivista. Yo defino al extractivismo como la generación de capital en base a la destrucción de los ecosistemas y las comunidades y eso es similar con vulnerar los derechos humanos y de la naturaleza. Chile se construyó como un país extractivista en las últimas décadas y eso debe cambiar a una matriz económica que tenga el estándar de derecho humanos y derecho a la naturaleza y consagrando eso se pueden desarrollar economías. Existe la economía circular, la economía inmaterial, pero no nos sirve de nada la economía ni el desarrollo si no tenemos buenas condiciones sociales, y no sirven de nada buenas condiciones sociales si no tenemos buenas condiciones medioambientales, porque el sistema de vida sustenta a la humanidad y las condiciones sociales de la humanidad sustentan las economías y no al revés.
-Eso tiene relación con el uso de los recursos naturales, como establecer el derecho humano al agua...
-No hablo de recursos naturales, hablo de bienes naturales y estamos interesados en crear la figura del bien natural inapropiable, entre ellos, el agua en sus diferentes manifestaciones tanto glaciar, río, humedal o napa subterránea, etc. Pero también los bosques nativos, las funciones ecosistémicas, donde primero hay que reconocer que son comunes y luego inapropiables, que nadie puede tener propiedad sobre esos bienes. Lo otro es el agua debe ser entendida también como un derecho humano y de la naturaleza.
-¿Cómo recibe las inquietudes de quienes ven con preocupación los cambios que se anuncian sobre todo el sector privado que sostiene que podría desincentivar inversiones?
-Efectivamente la gente que está muy cómoda con el status quo siempre se contrapone a los cambios, porque no le conviene, eso es porque muchas de esas personas priorizan el interés particular por sobre el general. Esto se trata de una nueva economía, del interés general por sobre el particular. Efectivamente la forma de generar economía va a cambiar y los que quieran seguir con las lógicas actuales no van a poder hacer lo que hacen. Las inversiones se pueden seguir haciendo siempre y cuando cumplan los nuevos estándares, pero si no están dispuestos a cumplirlos no las van a poder hacer. El punto es entender que no es que son estándares nuevos, siempre debieron haber estado ahí, que se debían controlar todas las acciones humanas, pero que nunca se cumplieron. No es que de repente cambiaron las reglas del juego, es que comenzamos a hacer las cosas de manera responsable.
-¿El cambio climático aceleró la necesidad de tomar medidas más drásticas para un desarrollo sustentable?
-Creo que al contrario. Estas medidas no son drásticas, lo drástico es no tomar medidas, ya que la crisis climática y de los ecosistemas exige estas medidas. Entonces, el estándar ya no es el desarrollo per se o la generación de economías o crecimiento económico, el estándar es cumplir con los derechos de la naturaleza y los derechos humanos y con eso se genera economía responsable. El crecimiento tiene una visión utilitarista, es como una obsesión moderna que se inventó la humanidad. El objetivo siempre ha sido tener una buena condición social y ambiental, nunca generar mucha plata porque sí. Entonces, esos son los estándares a los que queremos apuntar y sobre eso que se pueda generar crecimiento y desarrollo.